Hablar de los hornos de cal es remontarnos a los tiempos de los fenicios aunque en Xàbia se tiene constancia de ellos desde la época romana. Su existencia servía para cocer piedra calcárea, lo que producía la cal, que posteriormente era utilizada como material de construcción, mezclado con tierra o arena y agua o como pintura, disuelta la cal en agua.
De hecho, la cal ha sido, hasta hace pocos años, un elemento imprescindible para la construcción de edificios. Además, también se usaba disuelta en agua para encalar y desinfectar, así como para numerosos usos artesanales, industriales y domésticos.
A continuación tienes un índice con todos los puntos que vamos a tratar.
¿Cómo eran?
Los hornos de cal eran de forma cilíndrica y estaban construidos mediante una excavación en la tierra, definida, la parte visible, por un robusto muro de piedra con una puerta estrecha y larga. La parte inferior del horno, destinada a depósito y combustión de la leña, tenían una forma troncocónica, más pequeña a la base, mientras que la parte superior, de mayores dimensiones, muestra también una forma de tendencia cónica más apretada en la parte superior.
En general la altura máxima era de unos 3 metros, de los cuales un 1,50 metros corresponden a la olla o zona de combustión. El diámetro máximo, de unos 2,50 metros aproximadamente, corresponde en la zona del escalón, que presenta una superficie ligeramente inclinada de unos 20 cm. Con esta estructura que conseguía que fuera más refractaría y resistente a la intensa temperatura del horno, ya que ardía entre los 800 y los 1000 grados durante casi tres días.
¿Cómo funcionaban?
En el muro interior se colocaban las piedras según el tamaño, creando un armamento. En la base, rodeando el interior del horno, se situaban las rocas más grandes formando lo que se llamaba la manceba, mientras que las más pequeñas se situaban sobre la vuelta, en las zonas con menos calor. Para tapar el horno se hacía un cubrimiento de tierra que se llamaba encegat.
También en el interior, una vez colocadas las piedras, se llenaba de leña, y se iba añadiendo más a medida que iba quemando. Eso suponía que el calciner (trabajador) debía vigilar noche y día el horno para mantener el fuego, hasta que la piedra se convertía, por acción del fuego, en cal viva.
Cuando el proceso estaba listo, se dejaba enfriar el horno durante unos cuantos días y después se distribuía y vendía la cal.
¿Cuántos hay en Xàbia?
Hace poco más de 50 años, según consta en textos del Museu Soler Blasco, había 54 hornos censados en el catastro rústico de Xàbia:
- 22 en la Guardia
- 13 en el Cap Martí
- 10 en La Plana
- 4 en La Granadella
- 2 en Lluca
- 2 en Ramblars
- 1 en el Portitxol
Sin embargo, en la actualidad, debido a la expansión del urbanismo y transformación de bancales, sólo hay cuatro hornos de cal visitables gracias a la labor de recuperación que se llevó a cabo, hace unos años, por parte del Ayuntamiento.
- 2 en La Plana.
- 2 en La Granadella.
¿Dónde se encuentran?
La ubicación de los hornos se centra en distintos parajes del término municipal, alejados del casco urbano, donde hubiese leña suficiente a disposición y se encontrara la piedra calcárea. De ahí que se encontraran en diversas partidas rurales de Xàbia. De los 54 existentes sólo cuatro son visitables en la actualidad.
En La Plana
Estos dos hornos fueron restaurados en 2015, coincidiendo con los trabajos de recuperación del Parque Natural del Montgó tras el incendio producido en 2014, con la intención de recuperar el patrimonio etnográfico y cultural.
Amas edificaciones presentan unas dimensiones similares: un diámetro interior de unos 3,20 metros y una altura (también desde el interior) de 3 y 3,40 metros respectivamente.
- Horno de Les Faroles: denominado así por estar cerca de la casa de la familia que se encargaba de la farola del faro del Cap de Sant Antoni
- Horno de La Plana
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En La Granadella
- Horno Joan de Golaestreta: fue restaurado en 2004 gracias a una subvención de la Consellería de Cultura. Está situado en la partida de la Granadella, al lado del camino conocido como la primera cadena. Tiene unas dimensiones mayores que los de La Plana con un diámetro interior de 4 metros y una altura de 3,40 metros.
- Horno de La Granadella.
- Asentamiento de la Punta de la Fontana: en este espacio la cal se usó para crear el duradero revestimiento de los morteros hidráulicos con el cual se lucieron las numerosas balsas cuadrangulares localizadas en el yacimiento usadas para la elaboración de saladuras u otros productos agropecuarios.
- Torre de Les Capçades: en el periodo andalusí la cal sirvió para realizar los duros encofrados de mortero y bloques de piedra de las paredes de la Torre de les Capçades, un edificio de planta rectangular de 3,84 x 5,60 metros y un grosor de los muros de 93/83 cm, que fue construido a finales del siglo XI o principios del XII. También fue utilizada en un mortero para asentar las tejas de la cubierta de un pequeño edificio anexo a la torre, una construcción que podría datarse en la segunda mitad del siglo XII.
- Gran cisterna rectangular: la cisterna de más de 15 metros de longitud, 4,25 metros de anchura y unos 3 metros de altura permitía almacenar unos 20.000 litros de agua dulce.
- Asentamientos agrícolas y construcciones de muros, como mortero de base de los pavimentos de mosaico, en los estucos pintados de amarillo, azul y otras tonalidades que ornarían las salas más importantes de la villa, así como para cubrir (encalar) capiteles, bases y otros elementos arquitectónicos de Tosca encontrados en el yacimiento.
- Blog de Turismo del Ayuntamiento de Xàbia.
- Museo Arqueológico y Etnográfico Soler Blasco.
- Amics del Museu de Xàbia.
Vestigios de la cal en Xàbia
Como hemos comentado al principio, en Xabia, no se documenta el uso de los hornos de cal hasta la época romana. A partir de ahí se observa que la cal fue utilizada en distintas edificaciones de la localidad:
Ruta dels Calciners
Para los amantes de las rutas senderistas, la Vía dels Calciners es una buena nueva propuesta de ocio para conocer el entorno, el paisaje y las estructuras humildes y esenciales de nuestros antepasados. Durante los meses de otoño o incluso de invierno son las mejores para realizar esta excursión.
