Willem Koopmans, de los Países Bajos, lleva seis años viviendo en Jávea. En octubre, notó que su vista estaba empeorando y reservó un examen visual en Specsavers Ópticas. Había tenido dolores de cabeza, pero no creía que fuera nada grave. Por eso, se sorprendió mucho cuando la optometrista Cecilia Navarro le dijo que habían encontrado signos de glaucoma durante el examen visual y le remitió urgentemente al hospital privado Juan Carlos.
“Había notado ciertos cambios en mi visión y tenía algunos dolores de cabeza, pero pensé que solo necesitaba unas gafas nuevas. Aunque tengo antecedentes familiares de glaucoma, no era muy consciente del impacto que puede tener en la visión y, teniendo tan pocos síntomas, tampoco pensé que pudiera padecerlo. Por supuesto, no me alegró que me dijeran que podía tener glaucoma, pero les agradezco que hayan podido detectar los signos de la enfermedad antes de que me provocara un daño mayor y que me remitieran a un especialista para que me diagnosticara y tratara. Ahora estoy poniéndome gotas para controlarlo, mis dolores de cabeza han desaparecido y mi vista está mucho mejor. Aunque no esté al 100%, al menos sé que el glaucoma no empeorará mientras siga con el tratamiento de las gotas."
Además, el paciente agradece al equipo de profesionales de Specsavers Ópticas en Jávea, así como anima a todo el mundo a que se realice un examen visual con regularidad. "No duele, solo se tarda unos 25 minutos y puede salvarte la vista”, añade Williem.
Una reciente encuesta realizada por Specsavers en el Reino Unido reveló que el caso de Willem Koopmans no es aislado y que hay muchas personas que no son conscientes de esta enfermedad ni del impacto que tiene en la visión. Casi la mitad de los encuestados (48%) dijo no saber lo que era el glaucoma, al 42% de los encuestados no le preocupa porque piensa que "es raro", y el 40% cree erróneamente que se puede "curar".
Para Specsavers resulta alarmante que una quinta parte de la población (21%) siga sin saber con qué frecuencia debe acudir a su optometrista para someterse a una revisión rutinaria y que el mismo porcentaje no recuerde su último examen visual o nunca se haya realizado uno. Esto incrementa el riesgo de desarrollar graves complicaciones de salud ocular, incluso de perder la vista.
La optometrista y directora de Specsavers Ópticas en Jávea, Cecilia Navarro, puntualiza que “quiero concienciar sobre el glaucoma y lo perjudicial que puede ser para la vista. Desgraciadamente, como podemos ver en este caso, la enfermedad presenta muy pocos síntomas, incluso cuando el daño en el ojo está bastante extendido, por lo que los exámenes visuales para detectar la enfermedad a tiempo son esenciales”.
“Cuando le realizamos el examen visual a Willem, descubrimos que su presión intraocular era muy alta, más de 35 mmHg en el ojo izquierdo y más de 25 mmHg en el derecho. Gracias a su tratamiento le ha bajado a 20 y 17 respectivamente. Desgraciadamente, también pude ver una excavación aumentada del nervio óptico, sobre todo en el ojo izquierdo, y durante la prueba quedó claro que había habido daños en su visión periférica. Afortunadamente, ahora que está en tratamiento, esto no empeorará y, en general, su visión sigue siendo buena. Sin embargo, habría perdido mucha más visión si no se hubiera sometido a un examen visual y recibido urgentemente atención médica." añade Cecilia.
La pérdida de visión por glaucoma es irreversible, por lo que desde Specsavers Ópticas animan a la gente a que se someta a exámenes visuales cada dos años, o antes, si se notan cambios en la visión o dolores de cabeza. El diagnóstico precoz es clave para salvar la vista.
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