L’Arxiu Municipal de Xàbia ha recibido una interesantísima donación de parte de la vecina María Magdalena Marí Molina. Se trata de un conjunto de más de 600 documentos entre los que se incluyen cartas, documentos personales oficiales y hasta 400 fotografías que reflejan la vida social del último siglo.
Magdalena, nacida en 1939, ha estado toda su vida vinculada a la educación en Xàbia, donde ejerció su profesión de maestra de infantil y primaria desde 1967 hasta su jubilación en 2004. Inicialmente se encargó de sustituciones en varios de las escuelas del municipio: el colegio del puerto, del Portitxol, la unitaria de niñas y el Vicente Tena hasta que en 1970 se incorporó al colegio María Inmaculada donde desarrolló toda su carrera.
Desde el Archivo quieren agradecer públicamente la aportación de Magdalena Marí, ya que es extremadamente útil a nivel etnográfico y costumbrista, detallando aspectos concretos poco conocidos como la historia local de la tauromaquia.
Los documentos se digitalizarán para que estén disponibles para su investigación y consulta y después serán devueltos a la propietaria, a excepción de una parte que por decisión expresa de Magdalena, serán conservados como originales en el Archivo.
Desde este servicio municipal se ha considerado hacer públicas en las redes sociales algunas de las fotografías por si algún vecino reconoce las personas o tiene información sobre las imágenes y así ampliar la información de su documentación.
Para colaborar con el Arxiu Municipal pueden escribir al correo arxiu@ajxabia.org o llamar al teléfono 96 650 88 27.
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Banda de música que tenía Xàbia en 1920 músicos de La Vila
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Equipo de fútbol de 1953
Me alegra esta donación de Magdalena Marí. En cuantas ocasiones he acudido a ella para que me facilitara alguna información, lo ha hecho y siempre he encontrado respuesta. En mis primeros trabajos de investigación entrevisté a su madre sobre las costumbres de Xàbia en relación a los tres momentos esenciales de la vida: nacimiento, matrimonio y muerte. Fui con un magnetófono de mano y me atendió extraordinariamente incluso pude fotografiar alguna prenda de recien nacido. También lo hice con tres personas mayores más y fue un aprendizaje para mí en eso de hacer entrevistas dándome cuenta de los errores y modificando la estructura de las entrevistas y si en las primeras el último tema tratado era el de la muerte, en las últimas fue el orden inverso ya que al ser persones mayores, el tema de la muerte les creaba ansiedad. Siempre hay que ir aprendiendo.
Creo que hay que revitalizar estas donaciones al Archivo Municipal, ya que es el lugar idoneo para conservar esta documentación que nos da a conocer la historia de la villa a partir de las historias personales. Y la historia la tenemos todos en nuestras casas y hay que salvar muchos papeles que su destino final puede ser el contenedor.
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