La Solemne Eucaristía, la mascletà, la procesión de subida de Jesús Nazareno a la Ermita del Calvario y el disparo de un castillo de fuegos artificiales pusieron fin a las esperadas fiestas. Después de tres años de parón por la crisis sanitaria a causa del coronavirus, Xàbia ha salido a la calle para disfrutar de todos los actos y mostrar su devoción al Nazareno.
Ayer, 3 de mayo, día grande y último de las fiestas, los vecinos fueron participes de cada uno de los eventos. Desde primera hora de la mañana, el ambiente festivo se vivía en la calle con el volteo de campanas y la despertà. A mediodía, la Iglesia de San Bartolomé completó su aforo en la celebración de la Solemne Eucaristía en honor a Jesús Nazareno la cual estuvo cantada por el Grup Polifònic Ars Nova.
En la Parroquia se llevó a cabo también la entrega, por parte de la Cofradía del Nazareno, de los diplomas y distintivos a los mayorales de este año y se realizó el tradicional sorteo para saber quienes serán los mayorales del próximo año. Al finalizar se disparó, desde la Plaza de la Constitución, la mascletà.
Por la tarde, la procesión en la que la imagen de Jesús Nazareno recorrió las calles del centro histórico de Xàbia hasta llegada a la Ermita del Calvario y el castillo de fuegos artificiales pusieron fin a estas emotivas y especiales fiestas en honor a Jesús Nazareno.
