¿Nunca has visto una salida de sol en Xàbia por el Cabo de San Antonio y su posterior ocaso encaramado al Montgó?. Pues no sabes lo que te pierdes. Y al anochecer en una noche de verano la enrojecida luna emergiendo del mar como una flamante llama que embelesa y enamora.
Te aconsejo que intentes contemplar este espectáculo que no olvidarás jamás, y te aseguro que volverás a repetirlo más de una vez, porque te colmará el espíritu de paz. Será un verano feliz que recodarás toda la vida. Se despereza el sol y encorvan el lomo para formar ondas las aguas cristalinas de la Bahía de Xàbia, como si una mano misteriosa y blanda la acariciase. Sus graciosas curvas son reverberos de luciente plata que, en espumosos rizos se encañonan para mara morir en la pétrea Playa de la Grava.
Con remolinos de suave viento, muerta de sed, la tierra se levanta envolviendo pinares y palmeras en sueltas redes de flotante armonía. El sol se pone, su radiante globo hincha sus sienes vomitando llamas y las nubes se incendian y en jirones su manto de oro, de violeta y grana rompen, difunden…, se reposan luego sobre la frente de la cumbre del mítico Montgó, que al despertarse de su sueño torpe se ilumina de amor, ruborizado.
Mira hacia oriente con reflejos envidiosos del astro que es la luz de su mañana, da el adiós postrero al horizonte y agonizan después, y al fin se apagan… hasta que vuelva el nuevo día. Las olas aun murmuran sordamente en la orilla rocosa y erizada de la prodigiosa Playa de la Grava. Con su corona de esplendores rojos, el sol al despedirse, al ocaso, se engalana… y deja paso a la luz de los luceros para que iluminen a la maravillosa Xàbia y abra paso hacia la gloria. Se estremece el cielo, se abren las nubes y aparece la beldad del firmamento para cubrir de hermosura todo el entorno.
Los lamentos se esfuman para convertirse en sonrisas y donar gracias a la Providencia por premiar los encantos con los que ha sido agraciada la Muy Ilustre Villa de Xàbia. Lenta la sombra, de ese sol incandescente, el universo invade. Juntos la noche y el silencio avanzan. El infinito espacio se recoge, y solo quedan en solemne calma los placeres silenciosos de la inmortal y divina Xàbia, de su Bahía, de sus reflectantes rayos de luz de amor, de fantasía, de sueños que se repiten y enamoran para vivirlos hasta la eternidad, abrazados por el limpio sol mediterráneo.
En ella el invierno deja de ser gélido y triste porque se convierte en primavera espléndida. El hielo se diluye en agua limpia, pura y sonriente. Así, como si fuese un regalo divino me siento como un niño feliz y bullicioso que solo conoce la felicidad y la dicha de percibir los efluvios que la suerte me ofrece por haberla conocido. Mi vida sería mucho más árida y triste si no la hubiera conocido. Sería como una colmena sin abejas, como un jardín sin flores. Pero, descorrí la cortina blanca que ocultaba mi ceguedad y te hallé, mi querida Xàbia. Y fue en una puesta de sol gozosa en la que se calmó mi alma para siempre.
Y exhausto, embriagado de sus bellezas, de la majestad augusta de los cielos, la majestad sombría de sus aguas me emborracha al anochecer, tras la puesta de sol en Xàbia, mientras quedo dormido en un dulce y eterno sueño en mi amada Playa de la Grava.
Como me encantaría ver una puesta de sol por el mar aquí en Jávea.
Puesta ?????
Como puede ser “puesta del sol” ( description por debajo de la foto) in Cala Barraca que mira a este? No sera’ la “salida del sol”?
Precioso, ahora otro sobre El Arenal y el vertido fecal. transfórmalo en belleza.
De puesta del sol nada. Menuda aberración.
Salida del sol/amanecer SÍ.
Ssludos
Mariano, el amor a veces ciega y trastorna la mente.
Juan, que exagerao eres..
50 años llevo viéndolo desde diversos puntos, desde mar y tierra, desde cuevas y acantilados. Pero tanta cursilería…. Será que me he acostumbrado a ver el orto y el ocaso desde pequeño.