"Ante esta situación difícil, hay que ser positivos". Este es el mensaje que lanza Priscila Welter a la ciudadanía. Priscila, empresaria de Xàbia, lleva 10 días como posible víctima del coronavirus. Decimos posible, porque ha experimentado todos los síntomas, pero no se le ha hecho el test.
Esta xabiera de adopción se recupera en su domicilio tras haberse contagiado, supuestamente, de COVID-19 en un curso de formación de empresarios en Alicante al que acudió del 10 al 13 de marzo. "Eramos casi 400 empresarios procedentes de distintas ciudades de España, con los que había contacto directo durante todas las jornadas. Hasta ese día la situación en España no parecía alarmante, por lo que el curso no se canceló", explica Priscila.
Welter empezó a notarse los primeros síntomas el viernes 13 al llegar a casa, tras suspender parte de la jornada del curso, "al estar en el curso todo el día, no teníamos conocimiento de lo que pasaba en el exterior, y el último día, a media jornada, nos anunciaron la suspensión de la formación por la situación que había fuera. Todos quedamos sorprendidos porque no éramos aún consientes de lo que estaba pasando. A la vuelta a casa pasé por el supermercado y ví que todo estaba vacío, fue entonces cuando me dí cuenta que la situación era grave", comenta la empresaria.
"Al poco de estar en casa empecé a encontrarme mal, el día antes notaba algo de dolor en la garganta, pero no dí importancia pero el mismo viernes cuando volví a casa comencé con tos seca, dolor en el cuerpo y fiebre que al día siguiente alcanzaba los 39.2", cuenta Priscila.
Dos días después, el domingo 15, esta empresaria se entera de que un compañero del grupo de trabajo del curso de formación ha dado positivo en coronavirus, "entonces pensé que lo que tenía efectivamente podía ser lo mismo. Llamo al 900, me preguntan por los síntomas, como me encuentro y me indican que si no tengo problemas respiratorios que aguante en casa y que por favor no acuda al hospital", relata Priscila.
Recaída al quinto día
“Trato de estar en casa recuperándome y por fin va bajando la fiebre y me voy encontrando mejor, cuando al quinto día noto un bajón, me siento muy débil, con peso en el pecho, un dolor muy fuerte en las costillas y espalda y lo que más me preocupó fue que me pesaba la respiración, me sentí tan débil que pensé que me iba a desmayar, por lo que llamo a emergencias", indica Priscila y añade: "Estaba sola en casa, por lo que me puse nerviosa pero tratando con mi mente de calmarme, esperé a que viniera una ambulancia. Mientras mi cuerpo entero temblaba no dejaba de repetirme que estaba bien y que mi cuerpo estaba sano. Al llegar al hospital, de madrugada, ví la situación desbordada, me realizaron unas placas del pecho para comprobar mis pulmones. Estaban bien. Al no tener fiebre en este momento, no me realizaron el test y me dieron el alta después de 10 horas bajo control médico. Eso sí, indicándome que debía de empezar una nueva cuarentena, por lo que en total entre unas cosas y otras tendré que estar alejada de mis hijos cuatro semanas", comenta Priscila.
"Vivir esta situación de estar en el hospital sola sin ningún familiar que pueda acompañarte para no contagiar, es muy duro, porque ellos también sufren por no poder estar cuidándote en este momento. No quiero pensar en la gente que está grave en el hospital y sola con toda la familia preocupada y en cima sin poder estar cerca. Los que no estamos en esta situación tenemos razones suficientes para estar de lo más felices ahora mismo", señala Welter.
Mensaje positivo y de ánimo
"Soy una persona positiva y creo que todos tenemos en nuestras manos la elección de vivir esta situación desde el dolor, el miedo, el sufrimiento o desde una zona de paz y esperanza, yo elijo esa, no es fácil y requiere entrenamiento pero todos tenemos en nuestra manos el poder de elegir, siempre. No culpes el exterior, toma las riendas tú y elige ya desde qué zona quieres vivir cada situación", indica Priscila.
Esta empresaria de Xàbia, tras sentir los síntomas del coronavirus anima a la población a seguir adelante, "si no estás grave y no tienes a ningún familiar grave en el hospital, te invito a que no te quejes de aburrimiento, que no te preocupes en exceso por tu trabajo, pensar de forma productiva en qué cosas puedes hacer después para mejorar tu empresa sí, pero no quejándote de la situación sin más. Intenta dar tu mejor versión para que las personas que estén contigo en estos momentos estén de la mejor manera posible".
Y el mensaje más importante para estos días, "disfruta del tiempo con los tuyos, disfruta de meditar y aprender quizá algo nuevo. Yo desde que me encuentro mejor estoy estudiando varios temas que me interesan y preparándome para después. ACEPTA la situación, DISFRUTA y NO TE QUEJES DE NADA. Al final todo eso nos hará ser personas más fuertes y agradecidas", destaca Priscila Welter.
