Jesús Nazareno y la Virgen del Loreto se despiden hasta dentro de 25 años

El 250 aniversario de las fiestas del Nazareno están siendo emotivo por cada acto que se celebra. La devoción de los xabieros por Jesús Nazareno y la Virgen del Loreto se hace notar en estos días. Una multitud de personas participa en los eventos, siendo especial, en este 2017.

Después de la bajada de la imagen del Nazareno a Duanes en romería el pasado sábado y tras pasar la noche, las dos imágenes juntas en el patio de la Parroquia de Nuestra Señora del Loreto, ayer domingo, tenía lugar la romería de subida de la imagen a la Iglesia San Bartolomé.

A las 18 horas ambas tallas realizaban un pequeño recorrido desde la Iglesia del Mar hasta el Paseo de Jaime I, donde se celebró la solemne eucaristía. Una misa de campaña, presidida por el obispo auxiliar D.Esteban Escudero y en la que vecinos y visitantes, arroparon a Jesús Nazareno y la Virgen del Loreto. El Coro Parroquial del Loreto participó en la multitudinaria eucaristía.

Posteriormente, en romería, las imágenes de Jesús Nazareno y la patrona de Duanes, acompañadas por la ciudadanía recorrieron las calles del barrio de Triana. La devoción y el fervor de los vecinos se hizo notar en cada una de las calles. Pétalos de rosa cayendo desde los balcones y éstos luciendo los cobertores con la estampa del Nazareno y la Mare de Déu del Loreto. En el recorrido se podía apreciar las cruces de flores realizadas por asociaciones y mayorales.

El traslado de las imágenes siguió camino al Asilo Hermanos Cholbi, donde Jesús Nazareno y la Virgen del Loreto se despidieron. Un emotivo adiós en el que los feligreses alababan a gritos. Con un fuerte aplauso, los cientos de vecinos recibían y despedían a sus patrones. Y es que, este acto, sólo se celebra cada 25 años.

Con la despedida, cada imagen tomó su camino hacía sus respectivas parroquias. Antes de partir, los párrocos de ambas iglesias, el alcalde de Xàbia y el presidente de la Cofradía del Nazareno tuvieron una palabras de agradecimiento a la ciudadanía, por su calor, su participación y su devoción. Jesús de Nazareno llegó a la Iglesia de San Bartolomé donde le esperaban cientos de feligreses, que cantaron el himno de Jesús Nazareno.