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Fray Cristóbal Bas pudo recibir unos guantes de ámbar como premio en el año 1665, por Juan Bta Codina Bas.

16 de mayo de 2020 - 00:47

Dedico este artículo a Amadeu Ros, que esta semana ha capturado una xata (un escualo conocido como cañabota –Hexanchus griseus- que tiene seis aberturas branquiales) de más de cuatro metros y la ha devuelto al mar, que es su hábitat. Amigo Amadeu, con el deseo de que algún día puedas encontrar el ámbar gris de un cachalote cómo has encontrado a esta xata.

El javiense Fray Cristóbal Bas (¿? - +1691) estuvo a punto de recibir unos guantes perfumados de ámbar gris como premio por participar en una justa poética en 1665. Las justas poéticas del siglo XVII eran concursos donde se solicitaba que los poetas escribieran alguna composición en honor, en este caso de 1665, de la Inmaculada Concepción, y para que los poetas tuvieran un asunto sobre el que versificar, se les proponían unos temas relativos a la devoción religiosa. En este caso Fray Cristóbal Bas participó en el asunto tercero en el que María se asemejaba a un reloj de sol que a la una no tiene sombra.

Para los poetas que intervinieran con este tema se anunciaron tres premios: un reloj de plata para el primer premio, una sortija para el dedo índice destinada al segundo premio y para el tercer premio unos guantes de ámbar.

Cuando leí los tres premios que se otorgaban hubo dos premios que me impactaron y causaron sorpresa. El reloj y los guantes de ámbar. ¿Era posible el regalo de un reloj? Así pude averiguar que el reloj era un objeto valioso para un regalo. El reloj que era bolsillo en esa época, en las justas celebradas en Valencia en el siglo XVII se dio de regalo, en tres ocasiones: en una un reloj, en otra un reloj de plata y un tercer reloj de pecho con campana hecho en Bruselas. Pues bien los relojes de bolsillo para guardar en la bolsa o faldriquera tienen su inicio a principios del siglo XVI en Nuremberg, lo que nos lleva a comprender que era un objeto deseado en aquellos años de mediados del XVII.

Pero y ¿los guantes de ámbar? Conforme le daba vueltas a la idea no imaginaba unos guantes de ámbar ya que consideraba que del ámbar, por ser un producto que identificaba como mineral, en concreto una resina, no se podían hacer unos guantes, hasta que tras varias consultas comprendí que del ámbar se podía obtener alguna sustancia que pudiera dar forma a unos guantes hasta que buscando más datos conocí que se hacía referencia a guantes perfumados de ámbar gris.

Esto me llevó a buscar más datos sobre el ámbar gris y tras un camino en el que voy sorprendiéndome a cada descubrimiento que hago, y como del ámbar gris se logra obtener el compuesto para perfumar a los guantes, alcanzo a comprender el valor del premio.

En las justas poéticas el ámbar es constitutivo de regalos en cuatro ocasiones: un bolsillo de ámbar, un corte de coleto de ámbar, pastillas de ámbar y los guantes de ámbar para esta ocasión de 1665.

Lo que descubrí es que el ámbar utilizado para perfumar era el gris y tenía la propiedad de enmascarar el olor hediondo de la naturaleza: la gente olía mal, el mundo apestaba y solo el penetrante perfume de aquellos guantes era capaz de ofrecer de vez en cuando una tregua al lastimado olfato. Los objetos perfumados con ámbar adquirían un extraordinario valor, pues el ámbar gris es capaz de fijar el aroma de cualquier perfume aparte de potenciarlo…

Un texto del 1733, precisamente durante el reinado de Felipe V, describe la forma de perfumar guantes: el guante debe permanecer sumergido en agua rosada, para añadir después almizcle disuelto en agua de azahar y una gota de vinagre, esto tiene el propósito de embeber la piel de olor. Posteriormente, deben permanecer colgados durante un día entero con el fin de que se sequen y entonces se procederá a mezclar una medida de ámbar gris con una onza de aceite de almendras, imprimiendo con esta solución los guantes.

Iba avanzando en descubrir cosas sobre este producto y de esta forma me encontré con las cuentas del Gran Capitán, Gonzalo Fernández de Córdoba, quien al presentar las cuentas a los Reyes Católicos por sus gastos en el ejercicio de su cargo militar, estos eran muy elevados ya que entre ellos estaba el ofrecer a cada uno de sus hombres un par de guantes perfumados con los que aliviarles de los hediondos campos de batalla de Italia, cubiertos de cadáveres en descomposición…

Pero ¿de dónde procede el ámbar gris o qué es el ámbar gris? Aquí está la sorpresa que voy a desvelar antes de describir el proceso de su consecución. Es producido por la diarrea del cachalote.

El cachalote es un cetáceo, también puede definirse como una ballena con dientes, aunque solo en la mandíbula inferior. No es el momento de describir al cachalote pero si diré que puede tener una longitud total de hasta 20 metros y su peso puede superar las 50 toneladas y que tiene una aleta caudal de hasta 4,5 metros de ancho. Pues bien, su intestino puede alcanzar los 160 metros de longitud, y en ocasiones se encuentra dentro una sustancia gris o negruzca, de olor desagradable, cuando está fresca. Es lo que se llamará ámbar gris que en algunos lugares se le atribuyen propiedades afrodisíacas.

Lo interesante es que pueden desprenderse de esta sustancia y pueden aparecer trozos flotando en alta mar o varados en las playas. Parece que son concreciones del aparato digestivo determinadas por los córneos e indigeribles picos de los calamares. Pues bien estos trozos que flotan en el mar, al contacto con el aire, el agua, el sol y el viento al cabo del tiempo, acaban por desprender un aroma de formidable intensidad y solidificados toman un color blanco,
pudiendo pesar hasta quinientos kilos.

El ámbar gris es citado por ejemplo en Las Mil y una noches en las historias de Simbad el Marino en el episodio del ‘Mandadero y las tres doncellas’ junto granos de incienso macho, palo de aloe y almizcle. Este producto hizo que el cachalote fuera objeto de persecución a causa de la búsqueda del ámbar gris fresco a principios del siglo XVIII.

Pero también en ese momento comienzan las historias marineras respecto a la resistencia de estos animales a ser capturados, en contraposición a las ballenas, que en este sentido perece que no ofrecían una gran oposición. Uno de estos es el que inspiró la novela de Herman Melville, Moby Dick.

Mocha Dick fue un notable cachalote macho que vivió en el Océano Pacifico a principios del siglo XIX, encontrado usualmente en las aguas cercanas a la Isla de Mocha, al sudeste de Chile, de ahí su nombre. Mocha Dick a diferencia de otros cachalotes era albino y sobrevivió a muchas escaramuzas, según algunas referencias al menos 100 antes de ser muerto. Era muy grande, fuerte y capaz de hacer naufragar pequeñas embarcaciones con su aleta caudal. Se cree que fue el responsable del hundimiento del Ballenero Essex en 1820 cuyos marineros vagaron por el Océano Pacífico hasta la Isla Henderson.

Otro día hablaré del premio que recibió Fray Cristóbal Bas en aquella justa poética de 1665.

Juan Bautista Codina Bas

1 Comentario
  1. Bartolomé Catalá Chorro dice:

    Solamente como recordatorio, la calle que actualmente se llama carrer en Forn se denominaba Calle Fray Cristóbal Bas. La calle de mi infancia.


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