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‘Els cantors del Miserere’, por José Font Caballero

14 de abril de 2022 - 00:36

Antes del inicio de la singular y antiquísima procesión del Santo Entierro de Jávea, de la que constan descripciones maravillosas ya en el siglo XVIII, tiene lugar el sermón de San Vicente Ferrer desde el balcón en el que el predicador valenciano amonestó a los javienses, seis siglos atrás. Mientras el sacerdote habla ante las imágenes y la gente congregada en la Plaza de la Iglesia, se oyen sutilmente, unas voces que provienen de la sacristía de San Bartolomé con una “tonaeta” muy familiar que un grupo de hombres ensayan de manera tan evocadora como mística. Poco después es este salmo -el 51 del Antiguo Testamento y cuyo autor es el rey David- el que es entonado con solemnidad durante la procesión del Viernes Santo por las angostas calles del casco antiguo detrás del Cristo Yacente, hablamos del Miserere

Este eco gregoriano que es en realidad un canto del Sábado Santo como figura en el Liber Usualis -libro donde están recogidos los cantos litúrgicos en latín- tiene diversas melodías por todo el orbe católico. Su música en nuestra villa se compone lo más probable, a finales del siglo XIX y principios del siglo XX cuando en la iglesia-fortaleza, concurren una serie de organistas y grandes músicos de la Archidiócesis de Valencia como el autor del “Divino Nazareno”, Juan de Guzmán. Las fechas del origen de esta composición y la tradición de ser interpretada el Día de La Pasión y Muerte del Señor en Jávea, encajan con las fuentes consultadas, pues en los años 20 del siglo pasado, ya se canta el Miserere en dicha procesión, Pedro Sapena Catalá, Blas Bolufer Rodríguez “El Tío Blai” y los hermanos Juan y Carlos Bolufer Cholbi son algunos de los componentes del coro parroquial durante esta época en la que a los miembros de esta coral se les llama Els Cantors del Miserere, y al canto, Els Motetes. Estos xabieros anteriormente citados, participan después de la Guerra Civil también, cuando Miguel Benavent Catalá reorganiza el canto del Miserere y Francisco Sapena Cruañes, Bartolomé Buigues Bolufer, Jaime Bas Pastor, Francisco Gual Bañuls, Francisco Cardona Catalá “El Retoret”, Cristóbal Bolufer Segarra, hijo de Blas, Cristóbal Bolufer Buigues y Pepe Ramos Cholbi, ingresan en Els Cantors del Miserere y van de riguroso luto, con traje negro, corbata negra, camisa blanca y el Liber Usualis en la mano.

El Miserere rescatado por Benavent se intercala durante la procesión, con la música de la pequeña orquesta de cuerda de la parroquia, ya que son años en los que la banda de música no está tan organizada ni participa en muchos eventos religiosos y la iglesia tiene su propio grupo musical. A Benavent le instruye en la música y tono del Miserere, Francisco Bordes Blasco, “El Tío Quico el Organiste” que pierde a su hijo de tuberculosis y coge cariño a Benavent ya antes de la contienda bélica del 36. Benavent se encarga de los ensayos del coro en la nueva era de los años 40, y el capiscol -sochantre- es el que dirige, haciéndolo también durante la procesión del Viernes Santo.

A los primeros cantores se les unen en los años 50, los hermanos Pepe y Ramón Llidó, Pepe Ronda Llidó, Antonio Bover Gasent, Juan Crespo Ruano y a finales de los 60 y principios de los 70, Jaime Bas Bisquert hijo de Jaime, Gaspar Cruañes Castell, Francisco Pastor Español, Juan Vicente Berruti Bisquert y Salvador Crespo Doménech, hijo de Juan.

En los años 80 el banquillo se refresca con algunos componentes del recién creado Orfeón de Jávea como los hermanos Bartolomé y Pepe Bolufer Castelló, Pepe Buigues Pastor, Manolo Cardona Bas y Pedro Cholbi Carrals y alguna incorporación infantil al final de la misma década, la de Pau Cruanyes Mulet, hijo de Gaspar, la de Juan Vicente Pastor-Español Crespo, hijo de Francisco, y los hermanos Juan Antonio y José Vicente Savall Mata. Pepe Mayor Cholbi se encarga varios años de ensayar el Miserere con los cantores, que además acuden al Calvario en la “Subida”, para cantar los gozos y el “Divino Nazareno”. Este coro actúa en el Miserere por la tarde y en el Via Crucis por la mañana hasta 1993 cuando se introducen las lecturas en las estaciones en el Calvario.

Una de las actuaciones excepcionales fuera del Viernes Santo, es la participación en el funeral de Jaime Bas Pastor, los cantores del Miserere acompañan al féretro en la iglesia con el canto del motete.

En los años 90 los hermanos Rafael, Antonio y Vicente Bas Rodríguez y Miguel Ángel Roselló Bisquert añaden savia nueva al coro y es en pleno siglo XXI, cuando el Miserere acaba de completar el grupo que lo conforma hoy, recibiendo nuevos miembros como Alejandro Pascual Rupérez, los hermanos Jaume y José Vicente Catalá Guardiola, Pepe Ern Buigues, Salvador Sala Ginestar, Marc Bas Cholbi, Francisco Roselló Bisquert, hermano de Miguel Ángel y el autor de este artículo.

Todo indica que volveremos a disfrutar de este canto centenario por las calles del pueblo o en el templo si llueve, este Viernes Santo. Seguro que nos acordaremos de aquellos que ya no nos podrán acompañar jamás porque están disfrutando de la Gloria del Señor y de aquellos que por otras circunstancias, se unirán a nosotros desde las calles o sus hogares.

Agradezco especialmente a Cristóbal Bolufer Buigues y a su familia, por los documentos gráficos aportados. Gracias a Cristóbal he podido realizar una cronología ajustada y con sus palabras emocionadas, me ha ayudado a profundizar mucho más, en la belleza del Miserere. A Joaquín Sapena Bisquert, Toñi Cardona Bolufer, Pepe Ronda Llidó y a los actuales componentes de “Els Cantors del Miserere” por toda la información facilitada para este recuerdo el Viernes Santo en Jávea. Soy consciente de que he podido obviar algún nombre y pido disculpas, pero haremos un segundo capítulo de esta parte importantísima de nuestro patrimonio inmaterial…

José Font Caballero.

3 Comentarios
  1. Juan Bta. Codina Bas dice:

    Juan dice:
    Mi enhorabuena por rescatar una tradición del anonimato.
    Es interesante reconocer que el pasado de un pueblo no está solo en los archivos institucionales. sino también en los archivos privados, como en este caso. Alguien decía que en cada familia,debe haber una persona que recopile la historia familiar, ya que esos papeles familiares una vez fallecido el propietario, muchas veces se pierden o aparecen en contenedores de papel. La enhorabuena hay que extenderla a Cristóbal Bolufer Buigues y a su familia, a Joaquín Sapena Bisquert, a Toñi Cardona Bolufer, a Pepe Ronda Llidó.

  2. María Salomé 5 dice:

    Me ha instruido muchísimo tu relato histórico sobre estos cantos y sobre sus componentes a lo largo de tantísimos años de celebración.
    Costumbres que nunca se deberían perder, y seguro que así será ya que hay savia nueva.
    Saludos Salomé Rodríguez.

  3. Godofredo dice:

    Emotivo y sentido artículo que he leído con sumo placer, pese a mis escasas dotes para la música y totalmente nulas para el canto, de ahí mi admiración para aquellos que las poseen. Interesante y muy documentado para nuestra historia local, muy bien escrito lo que hace más placentera su lectura. Que sirva de ejemplo y aliciente para jóvenes, tanto en el sentido artístico como en el documental y, muy importante también, para alejarlos de las aficiones materialistas en pro de las intelectuales.
    Felicidades y gracias.


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