Los responsables de los centros deportivos privados y la Asociación Española de Funcional Fitness de Competición- SF3 han realizado un llamamiento a las administraciones públicas solicitando, conjuntamente, una solución a su situación ante las restricciones vigentes por la pandemia del coronavirus.
El colectivo de deportistas, a través de un manifiesto, pide la apertura de sus instalaciones y señalan que sus locales se diferencian y caracterizan por tener grandes espacios diáfanos lo que permite ofrecer actividades
individuales o con clases dirigidas a grupos reducidos de personas manteniendo todas las medidas sanitarias requeridas.
El manifiesto destaca también que desde la Desescalada, todas las instalaciones deportivas "han aplicado, incluso incrementando los gastos fijos mensuales, para cumplir, rigurosamente, todas las medidas de seguridad e higiene impuestas por la normativa".
El escrito del colectivo deportivo dirigido a todas las administraciones indica también que "menos de 1% de los contagios COVID tiene lugar en instalaciones deportivas, por lo que no sólo somos lugares y no somos un problema, sino que somos la solución para tener una sociedad más saludable y fuerte ante cualquier enfermedad, mejorando nuestro sistema inmune, tal y como ha señalado la propia Organización Mundial de la Salud que aconseja la práctica deportiva durante la pandemia COVID-19."
Propuestas
Los responsables de los centros deportivos privados y la Asociación Española de Funcional Fitness de Competición- SF3 solicitan el permiso de apertura, pero ante la posible negación a esta propuesta proponen nuevas medidas para que también se tengan en cuenta en el plan de ayudas:
- Reducción o congelación tributaria.
- Reducción o cancelación de las cuotas de autónomos, así como seguros sociales de nuestros trabajadores/as, así como la resolución inmediata de los ERTES.
- Ampliación de moratorias para préstamos hipotecarios, préstamos relacionados con el equipamiento de instalaciones, renting de equipos, alquileres de locales, así como créditos ICO.
- Reducción o cancelación de cuotas de SGAE y AGEDI.
- Reconocimiento de nuestro sector como actividad esencial, trabajamos por y para la salud de millones de usuarios/as cada día en España y es necesario que se reconozca como tal. Cada persona que deja de practicar deporte por las restricciones es una más a la que le aumentan sus posibilidades de enfermar o empeorar patologías, que le puedan acarrear consecuencias graves a la hora de contraer y luchar contra el Covid-19 como a cualquier otra patología.
- IVA reducido, en tanto que no somos un artículo/actividad de lujo, sino una actividad esencial.
- Ayudas directas al sector, que no permita que cientos de centros de toda España, se vean obligados a cerrar sus puertas, de tal forma que estas ayudas permitan la recuperación del sector una vez volvamos a trabajar en condiciones normales, durante un período de tiempo suficiente para que sea posible recuperar todo lo que nos hemos dejado en este duro camino hasta el día de hoy. La solución no está solo en volver a abrir y trabajar en condiciones normales, las pérdidas de todos estos meses hay que minimizarlas en el futuro y eso pasa por reducir el gasto en todo aquello que no depende directamente de nosotros.
Para mí, tan importantes como cualquiera de las actividades que siguen abiertas. Con la distancia, la aireación y la desinfección adecuadas, se pueden abrir los centros de danza, gimnasia, o deportivos. El INRI son las pistas de tenis o los campos de fútbol cerrados, y si son con público, pues con distancia y mascarilla y alguna recomendación complementaria, que no decreto ley, por favor, también podrían estar funcionando, al igual que teatros y cines. En el metro y en los autobuses ya nos dejan ir, ¿no? ¿Por qué tanta incongruencia?
Creo que nos rebotamos más si se nos obliga a cumplir órdenes que no corresponden a la situación, que si se hacen recomendaciones que nos parezcan de lógica aplicación. Nadie somos perfectos, pero ya que los políticos quieren hacer algo por los que les votamos, que se centren en educar y no en imponer. El problema es de educación, no de reglamentación.