Durante el Simposio Internacional de Cuidados Críticos y Medicina de Emergencia del año 2012, la Alianza Global de la Sepsis anunció el lanzamiento del día mundial de la Sepsis, con el propósito de disminuir su impacto a nivel global. Se celebró por primera vez el 13 de septiembre del 2012 con el lema "Frenar la sepsis salva vidas".
A nivel mundial se producen en torno a 18 millones de casos de sepsis cada año con un total de 1500 muertes al día. La incidencia de sepsis grave varía según los estudios y la población estudiada, pero aproximadamente afecta a 2-3 de cada 1000 habitantes.
La sepsis consiste en una respuesta inflamatoria del cuerpo humano como mecanismo de defensa ante una infección grave, generalmente por bacterias, aunque también puede estar desencadenada por otros microorganismos como hongos, virus o parásitos. Esta reacción “exagerada” del sistema inmune es potencialmente grave y puede llegar a causar la muerte al impedir que la sangre realice sus funciones con normalidad.
Entre los síntomas puede figurar la fiebre o inlcuso la baja temperatura (hipotermia) con frialdad en la piel en los casos más graves, la taquicardia, la hipotensión y la disminución del nivel de conciencia. A nivel analítico destaca el aumento de glóbulos blancos (leucocitosis) o disminución (leucopenia) en casos graves, la disminución del número de plaquetas y las alteraciones de la coagulación. También pueden aparecer alteraciones de los parámetros analíticos renales, endocrinos y digestivos si se dañan dichos órganos.
Para diagnosticar la sepsis se requiere la suma de datos clínicos (conjunto de síntomas que presenta el paciente y conjunto de signos que ve el médico) y datos analíticos (alteraciones en las pruebas de laboratorio que se realizan). Si se sospecha que un paciente está séptico es necesario extraerle muestras de sangre, de orina o de donde se sospeche que esté el foco infeccioso para que posteriormente estas muestras puedan ser analizadas al microscopio y cultivadas, para comprobar si crece algún microorganismo, que será el responsable de la sepsis.
En cuanto al tratamiento, el manejo del enfermo ha de ser global. Es muy importante iniciar el tratamiento de la sepsis lo antes posible, pues así, aumentan las posibilidades de supervivencia. A grandes rasgos a nivel terapéutico: se procede a un registro continuado de las constantes vitales (monitorización), se da un tratamiento de soporte con oxígeno, sueros intravenosos e incluso si fuera necesario fármacos cuyo objetivo es subir la tensión (vasoconstrictores) y se inician de forma temprana antibióticos para tratar la causa infecciosa potencial.
Dentro de las medidas que ayudan a prevenir el riesgo de que ocurra la sepsis, es de fundamental importancia el buen cumplimiento del calendario vacunal.
Dra. Mari Carmen Mafe
Especialista Medicina Interna en Clínica San Carlos de Denia.
