200 años de vida de la Diputación de Alicante dan para mucho. El Arxiu de la Diputació d’Alacant se trasladó al polígono de Rabasa. Si antes acudía en el autobús a Alicante, en este cambio me hizo escoger el tren para poder llegar a una buena hora y así salía de Valencia a las 7:10 de la mañana y podía estar en el archivo un poco después de las 9.
De esta forma aprovechaba la mañana. Tengo carnet de RENFE por jubilado con el que consigo un descuento. Pues bien, diré que el taxi para trasladarme de la estación de Alicante al Arxiu me costaba los mismo que el billete de tren de Valencia a Alicante.
El archivo fue un lugar donde tuve satisfacciones al encontrar algunos documentos de interés, si bien, no entraba siempre con buen pie o con una buena idea. A veces son los mismos documentos los que te hacen mudar de idea. Con mi relación de documentación obtenida de la publicación Aguaits, nº 2 y 3, solicité los documentos de presupuestos de los años del siglo XVIII. Me trajeron varios archivadores donde estaban las cuentas presentadas por el municipio al intendente general de Valencia para su remisión al Consejo de Castilla. Eran los datos de los años 1760 a 1795.
Lo primero que fijó mi atención fue en cada año la declaración del depositario, clavario o mayordomo, que era la persona que llevaba el libro de cuentas de la clavaría de la corporación municipal de Jávea. De las cuentas que cada año realizaban se desprendían una serie de noticias relativas a la Villa que aludían a aquellos acontecimientos que habían tenido lugar en la misma. Una de las noticias más frecuentes era la del avistamiento de moros, lo que daba lugar a que saliera rápidamente un mensajero a las poblaciones de interior avisando del hecho.
Otro aspecto de interés era la del funcionario llamado veredero que llevaba las veredas (eran las disposiciones emanadas del gobierno para su cumplimiento en el municipio, que luego fueron sustituidas por la Gaceta de Madrid y el Boletín Oficial de la Provincia). A lo largo de los legajos anuales pasa toda la vida de Xàbia, desde restauraciones de trozos de muralla o de ermitas, copiosas lluvias en 1766 y en 1767 y sin embargo en 1768 se hacen rogativas para pedir agua; invasión de codornices en 1763…
No me satisfizo el recorrido que hice de los legajos basado en las cuentas de clavaría por lo que comencé de nuevo a hacer una revisión de toda la documentación y ello fue definitivo para poder conocer las complejidades del poder municipal y su dependencia del Intendente y de las leyes de Castilla, en esta villa de señorió del reyno de Valencia. De esta forma salió todo el trabajo plasmado en mi libro La administración Municipal en el siglo XVIII. Xàbia (1760-1795) Propios y arbitrios de una villa de señorío del Reyno de Valencia.
Pero he de añadir que este texto se complementa con la visita señorial de Baltasar Venero de Varela que realizó al marquesado de Denia en 1765, con la Consueta o instrucción de sacristanes de 1769 y con la visita del Arzobispo Fabián y Fuero en 1791. Estos textos nos dan una completa visión de la villa.
Siguiendo con mis investigaciones en el Arxiu de la Diputació d’Alacant, he de reseñar que en las actas de la Diputación se observa una preocupación por los expósitos a partir de 1840 que continuará en diferentes momentos. Transcribimos las tres primeras informaciones:
El 25 de abril de 1840 se acordó prevenir a los ayuntamientos de Alfaz, Jijona, Jávea, San Vicente, Villajoyosa y Villena, que bajo la multa de quinientos reales satisfagan dentro de diez días lo que por el ramo de expósitos adeuden a la Junta de Beneficencia, a la que se hará saber esta determinación.
El 8 de mayo de 1841. Se reglamenta el cuidado y manutención de los expósitos de la provincia. Se pide que en breve término queden nombradas e instaladas en cada uno de los pueblos las juntas municipales y parroquiales de beneficencia (se desarrolla este texto en 10 puntos). El 28 de junio del mismo año se acordó “excitar el celo de los Alcaldes, curas párrocos y demás individuos de las Juntas de beneficencia al exacto cumplimiento de aquel sistema (adoptado para el mantenimiento de los expósitos) y a la vigilancia y cuidado de los expósitos”.
5 de febrero de 1843. En relación a los expósitos, “estos seres del infortunio, a la nación pertenecen, y los gastos de su mantenimiento y educación por el tesoro público debieran cubrirse; pero mientras no lo acuerden así las Cortes, a las Diputaciones provinciales toca suplirlos…” Es justo que los gastos de su lactancia y crianza sea considerada como una carga provincial…. “A las Juntas municipales de Beneficencia de los pueblos se encarga el cuidado de facilitar buenas nodrizas y ayas a los expósitos que en ellos existan, y a las de
las cabezas de partido el pago a las nodrizas y ayas por mensualidades vencidas”.
Pero esta cuestión de los expósitos dio mucho de sí en esos momentos de finales del XIX y comienzos del XX, por su relación con las Juntas de Beneficencia que debían existir en cada municipio, con la centralización de la acogida de expósitos en tres o cuatro lugares de la provincia, y con las amas de lactancia y crianza que estaban a cargo de las arcas municipales. En el próximo artículo explicaremos alguna cosa más al respecto.
Buenas, quería animar desde aquí a la gente a hacer su árbol genealógico, hay aplicaciones para esto y tienen muchos registros históricos en sus bibliotecas donde es posible encontrar información de algún antepasado, yo uso la aplicación de Familysearch pero algunas más según la preferencia de cada uno. Esto no es publicidad ni nada por el estilo, solo quería animar a más gente a probarlo ya que he revisado todos los posibles registros de mis antepasados de Jávea, son pocos pero algo he podido encontrar pero si más gente se anima es más fácil encontrar antepasados, cuántas más gente aporta información más sencillo es encontrar antepasados, si a alguien le gustaría sabe su historia familiar que pruebe a ver que tal y, repito, no es publicidad, solamente me he quedado un poco estancado en mi árbol y me gustaría que más gente lo pruebe para poder encontrar más conexiones y antepasados, buenas tardes.