Comienzan las obras en la conocida casa Bolufer para convertirse en el futuro hotel Casa Joaquina. Una vez pasadas las fiestas de San Juan se iniciarán las obras de rehabilitación que devolverá el esplendor, de la mano del interiorista Carlos Serra, al que es sin duda alguna la construcción civil más emblemática de Jávea, ubicada en la plaza De la Iglesia frente al Mercado municipal.
También Hinédito forma parte de esta rehabilitación que junto con Carlos Serra llevarán a cabo el proyecto de interiorismo. Casa Joaquina conservará la esencia de la que fue en su día la Casa Bolufer e intentará recuperar y restaurar todo lo posible para mantener la identidad de esta casa palaciega.
El futuro hotel contará con veinte habitaciones, restaurante, spa y gimnasio. Las vistas desde la mayor parte de las habitaciones son espectaculares, con la bahía de Jávea de fondo y la Iglesia de San Bartolomé y el Mercado Municipal en primer plano.
La apertura está prevista para verano de 2025. Un acontecimiento muy esperado por vecinos y veraneantes, ya que se recupera una de las joyas arquitectónicas del casco antiguo de Jávea.
Carlos Serra está cuidando hasta el último detalle para que Casa Joaquina tenga personalidad propia y se convierta en un referente hotelero en la Comunidad Valenciana.
No sé como quedará el hotel, pero el nombre del establecimiento que lo va a decorar, es contrario a toda estética, buen gusto y respeto a un idioma precioso, que es el español, con esa «h», que hace daño a la vista.
Personalmente, aunque sea un concepto innovador y tal o lo que se quieran inventar, para hacerse los modernos, me parece de pésimo gusto.
Espero también, que no comentan la horterada de llamarlo «hotel boutique», porque ya sería el colmo,..
Sería muy bonito que hicieran una jornada de puertas abiertas para poder ver la casa y explicar sus orígenes antes de que hagan el hotel y la modifiquen. Se ve una casa preciosa.
Ojalá te oiga alguien con mano en el asunto.
Totalmente. Veo artesonados y tapices magníficos, difíciles de imitar o reproducir hoy día, pero me temo que el hotel va a quedar como un «quiero y no puedo», con materiales sin calidad queriendo transmitir una imagen pretenciosa.
De lo que hay, deberían respetar todo lo que se pueda, aunque quede vetusto y anticuado, combinándolo con elementos que faciliten la estancia y la comodidad, pero no lo harán, porque les mueve criterios mercantilistas. Lo tirarán todo para poner materiales absolutamente mediocres, poco duraderos y que para manufacturarlos hay que contaminar; lo llaman «crecimiento».
Ese dosel que se ve en la imagen, en un espacio tan reducido, resulta totalmente desproporcionado, carece de sentido, utilidad y no hará más que estorbar.
Algún tonto se hará la foto con una pose imposible, para ponerla en su Instagram.