A partir de esta noche, ganamos una hora más de sol, pero perdemos una hora de sueño. Y es que, los relojes cambian su horario al horario de verano. En la noche de hoy sábado al domingo, a las 2 de la madrugada serán las 3.
Este cambio se produce desde 1974, cuando se produjo la primera crisis del petróleo y algunos países decidieron adelantar sus relojes para aprovechar mejor la luz del sol y ahorrar electricidad.
Para adaptarse al cambio, los expertos recomiendan no modificar las horas de levantarse, comer o cenar a pesar del cambio que sufriremos. Existen además alimentos que nos pueden ayudar a adaptarnos. Comer legumbres, frutos secos, avena y productos ricos en vitamina C como, por ejemplo, naranjas o fresas, ayuda al organismo a adaptarse al cambio de hora.