Como consecuencia de la trágica pandemia del Covid-19, un día de los que padecimos el confinamiento aterrador, me tropecé con la palabra ‘anosmia’. La anosmia fue uno de los síntomas que afectaron a algunas personas -incluido yo- durante una larga emporada. Me interesé por conocer su significado, y el diccionario de la RAE, señala: «Pérdida
completa del sentido del olfato».
Los otorrinos y expertos en medicina, entre otras acciones preventivas, paliativas y curativas, aconsejaban que, para recuperar el sentido del gusto y el olfato era importante respirar aromas de flores, de jengibre y menta, así como algunos aceites esenciales.
A raíz de esta recomendación de los especialistas en Otorrinolaringología, llegó a mi vetusta materia gris, la brillante idea de que, en mi querida Xàbia, entre las calles antiguas del pueblo, al menos había dos calles que
durante los 365 días del año, a izquierda, derecha y los balcones y fachadas estaban adornadas y engalanadas con macetas y flores de gran vistosidad y colorido, y con una delicadeza y esmero dignos de elogio.
Los vecinos mantienen en toda la calle con un cuidado exquisito, en todo el recorrido la frescura de las macetas y flores en las que predominan los colores verde y rojo, vivos, atractivos y alegres.
Es gratificante pasear por el Carrer Estret (que está en pendiente y cuesta arriba) y por el Carrer Nou y carrer Jesús Nazareno, totalmente horizontales y planos, que en todo su trayecto a ambos lados están engalanados con bonitas macetas de variado colorido que emocionan, emboban, entusiasman e inspiran al pasear por ellas dejando una sensación de una huella imborrable e inolvidable y un olor que alimenta.
Carrer Estret
Tampoco me quiero olvidar del Carrer de Jesús Nazareno, con toda la dilatada historia y devoción que atesora e Nazareno en Xàbia y, por lo tanto, he ahí, el adorno floral con el que su calle está engalanada de forma peculiar por todos sus vecinos.
Porque la historia de Jesús Nazareno está tan arraigada en Xàbia que no hay ni un solo xabiero que no lo adore y venere. Y es ensalzado con gran fe y fervor el día 3 de mayo -día de las cruces de mayo- tras unos días de estancia en la iglesia de San Bartolomé con la subida en procesión a hombros por los penitentes de la Cofradía del Nazareno, desde esta iglesia hasta la ermita del Calvario donde reside durante todo el año. En esas fechas sobresale mucho más el adorno floral que destaca en la calle de Jesús Nazareno por sus maravillosas,
espectaculares y artísticas cruces con adornos florales que son la admiración y exaltación a su amado Nazareno por los javienses, visitantes y turistas. Además de que toda Xàbia es una exaltación floral permanente.
Carrer Jesús Nazareno
Los visitantes y turistas que visitan el centro histórico de Jávea no se marchan sin fotografiar el carrer Nou, el carrer de Jesús Nazareno con una hilera de macetas digna de admirar, y el carrer Estret.
Este último por su angosta callejuela para inmortalizar el momento vivido de su visita. Ni los propios vecinos se esperaban este inesperado éxito. De hecho, hay otras calles que, auspiciadas por la atracción de esta exitosa iniciativa, la asociación de vecinos, comerciantes y empresarios del casco antiguo han decidido adornar con flores y plantas las fachadas. Da incluso la impresión de que esas flores y plantas refrescan y alegran el olfato y el espíritu y, por tanto, no da pereza subir las cuestas, al contrario, se hace con mucho gusto y al terminar el recorrido te marchas feliz y contento, aunque te tengas que refrescar también con una exquisita cerveza. Los vecinos del Carrer Estret y de los otros carrers están encantados y son felices cuidando, regando y atendiendo su linda vegetación.
Una vez levantada la prohibición del confinamiento -por mi ligero padecimiento de anosmia-, decidí comenzar un paseo por el empinado carrer Estret para atiborrarme del olor al aroma de sus múltiples flores, e intentar recuperar mi pérdida olfativa. A continuación, me dirigí al Carrer Nou para exhalar e inspirar también el aroma de sus flores y cómo no, no podía faltar una visita al carrer de mi devoción por Jesús Nazareno y su calle.
Carrer Nou
Presentí que, otra vez, mi querida Xàbia me auxiliaba para aliviar una malaltía. Su Nazareno nunca me abandona y menos aún a los xabieros. Ya son muchas las ocasiones en las que he sentido el latido de sus efluvios
sanadores y, a mis estimados lectores, en alguna otra ocasión y artículo les he expresado con todo mi corazón y con el talento -que es poquísimo- os lo he manifestado diciendo: «En Xàbia se curan todas las malatías».
Como cada día, Xàbia me sorprende con alguna agradable y gratificante novedad. Hoy, lo ha hecho a través de estos tres aromáticos Carrers, Estret, Nou y Jesús Nazareno, además de otros que también engalanan sus calles y fachadas con sus macetas y flores.
Seguiré inhalando el néctar de sus flores y el selecto aroma de la Xàbia antigua e histórica e inspirándome con sus innumerables maravillas para ofrecerles modestamente mis impresiones. Al mismo tiempo olfatearé sus aromas, me recrearé en sus paisajes y degustaré su exquisita y rica gastronomía mediterránea.
El aroma de tus flores
hoy me ha llevado hasta aquí
¡oh Xàbia de mis amores
ámame, como yo te amo a ti!
Juan Legaz Palomares.









