Miles de señales, ahora desaparecidas, muestran la historia vivida en Xàbia. Cada piedra, cada forma o cada estructura existente tiene una importante historia pasada. Si nos remontamos al 18 de julio de 1936, hace casi un siglo, nos encontramos con el inicio de la Guerra Civil Española. Una parte del ejército español se sublevó contra el legítimo gobierno de la República dando lugar a una guerra que duró tres años.
Durando este periodo, miles fueron las pérdidas ocasionadas, tanto humanas como materiales, a causa de los bombardeos de la aviación, de los ataques de la armada a las zonas litorales y de la represión ejercida contra republicanos o nacionales en los territorios bajo el control de uno u otro bando.
Xàbia y la Marina Alta, por su posición en el litoral, con un pequeño puerto y la instalación, en 1937, de un aeródromo con dos pistas de aterrizaje, le hizo estar en situación de riesgo ante los posibles ataques del ejército de Franco y de sus aliados: la aviación de la Italia fascista y la legión Condor de la Alemania nazi.
Así pues, para defenderse y controlar el tramo de costa entre Dénia y Xábia, se creó una línea defensiva en el litoral, en concreto entre Les Marines (Dénia) y El Portitxol (Xàbia), con la construcción de varios nidos o búnquers.
En Xàbia se construyó una gran batería semi-subterránea, a 90 metros sobre el nivel del mar, en la zona del Portitxol, para proteger la bahía de la localidad. Una edificación que aún se conserva en el interior de una las parcelas privadas que disponía de un polvorín subterráneo con un tipo de pozo de forma cuadrada por donde se subirían los proyectiles.
Pero además de esta batería, se construyeron otros elementos defensivos como los búnkeres. Un total de cuatro nidos que ocupaban la zona desde la Playa de la Grava hasta casi el final del Primer Montañar, lindando con el inicio de la Playa del Arenal.
El primero estaba situado junto al muelle, extremo norte de la playa de la Grava; los otros en la playa del Benissero y a lo largo del Primer Montañar, estando otro en las inmediaciones de la zona de los Baños de la Reina. Búnkeres que fueron conservados hasta la década de los 90, y de los que aún se conserva, o al menos se puede observar, la base de uno de ellos.
Y la historia de estas construcciones queda plasmada, además de en algunas fotografías particulares que se han podido recuperar, en un grabado realizado, en 1990, por el artista de Xàbia, José Sivera. Una obra que hizo hace más de 30 años con el pintor Segarra Llamas en sus inicios de aprendizaje sobre esta técnica y en el arranque de la Primera Escuela de Pintura de Xàbia.
Sivera ha explicado que este grabado, sacado ahora a luz como obsequio navideño a los compañeros de la prensa local, muestra una histórica imagen; "el desaparecido nido de ametralladoras ubicado cerca del Parador Nacional, en el Primer Montañar, con el Cabo de San Antonio al fondo".
