A pesar del COVID-19, sigue habiendo muchos profesionales que no pueden quedarse en casa. Entre ellos, el sector del transporte y en concreto, los taxistas. ¿Cómo están viviendo esta situación? Nos lo cuenta Alejandro Garrido, taxista de RadioTaxi Xàbia.
“Nuestro trabajo ha cambiado mucho en las últimas semanas”, nos comenta Garrido. De hecho, tan solo 6 de los 18 taxistas que forman la agrupación están trabajando. “Estamos cubriendo unos servicios mínimos como hemos acordado con el Ayuntamiento, somos menos del 40% de la plantilla en la calle. La mayoría han preferido quedarse en casa para no exponerse a ellos ni a sus familias”, nos relata el taxista.
Cómo se protegen ante el coronavirus
Mientras dure esta situación, en los taxis sólo puede subir un cliente por viaje y se han extremado las medidas de seguridad. “Todos llevamos guantes y mascarillas e incluso algunos compañeros se han puesto mamparas de plástico para evitar cualquier contacto”.
Pero ademàs, están obligados a realizar una limpieza de desinfección a fondo al día aunque como reconoce Alejandro, “yo cada vez que baja un cliente, limpio con agua y lejía para no arriesgarme”.
Apenas hay trabajo estos días
Cuando se anunció el Estado de Alarma, Garrido reconoce que tuvo que hacer muchos viajes al aeropuerto. “Llevaba a extranjeros mayores que preferían volver a sus países por si se ponían enfermos que sus familias les cuidaran”.
Pero en los últimos días apenas realizan servicios. “Nos llaman para acompañar al supermercado a personas sin vehículo o para llevar o recoger personas del hospital pero poco más”. Actualmente en Xàbia hay tres taxis operativos por la mañana, dos durante la tarde y tan solo uno por las noches.
Pese a todo, Alejandro se muestra tranquilo y nos asegura que “estamos llevando la situación con calma”. Además, él que todos los días pasea las calles de Xàbia con su taxi nos confirma que la gente sí está respetando el confinamiento: “No hay prácticamente nadie en las calles, solo se ve movimiento cerca de supermercados o en el estanco”.
