El president de la Generalitat ha avanzado este domingo en una entrevista en exclusiva con À Punt, con motivo de los dos años de su segunda investidura como jefe del Consell, que pedirá al Consejo interterritorial de salud que no sea obligatorio el uso de la mascarilla en las playas y espacios naturales a partir de julio "como ya recomiendan los expertos". Puig, sin embargo, se ha mostrado prudente frente a la idea de dejar de llevarla en las grandes ciudades, “por un hecho simbólico, porque el virus está ahí y fuera y tenemos que manifestar claramente todos que estamos todavía combatiendo el virus y la imagen de la mascarilla es fundamental”.
Con la incidencia acumulada más baja de España, 40 casos por cada 100 mil habitantes, y 216 contagios, el jefe del Consejo ha afirmado que el activo más importante que tiene ahora la Comunidad Valenciana de cara en verano y el turismo es la situación epidemiológica, que la convierte en "un destino seguro y que ofrece garantías de estabilidad."
El objetivo del gobierno valenciano no es en ningún caso retroceder en las medidas de confinamiento, sino el contrario: a medida que avanzo la vacunación, relajarlas hasta llegar a una nueva normalidad. Todo y las imágenes de *botellones que se han visto en el primer fin de semana sin toque de queda, el jefe del Consejo ha afirmado que "no son la tónica general" sino "situaciones anecdóticas", puesto que los jóvenes valencianos "han hecho un gran esfuerzo".
Así mismo, Puig ha agradecido a los sectores más afectados su esfuerzo y ha remarcado la necesidad de avanzar hacia la normalidad "priorizando la salud" con medidas que "han funcionado", con la ratificación del TSJ de las decisiones de la apertura progresista del ocio nocturno hasta las 2 de la madrugada. Ha asegurado que todos trabajan "por un objetivo común": superar la pandemia, recuperar la economía y la salud emocional.
