La embarcación Alvedro II, del Club Náutico de Jávea, que competía en la mítica regata 200 Millas a dos y cuya tripulación estaba formada por Pedro Servet y Rafael Andarias, sufrió una avería en la vela de proa cuando se encontraban en el último tramo de esta exigente competición. Este desafortunado contratiempo les obligó a retirarse cuando estaba marcando su mejor registro.
Esta regata volvió a cumplir, un año más, sus temidos números y demostró de nuevo el porqué es llamada la más dura del Mediterráneo español. En esta 31ª edición, más de la mitad de la flota participante tuvo que abandonar debido a distintas averías causadas por las complejas condiciones meteorológicas, siguiendo la tónica de las últimas ediciones.
La organización se vio obligada, por seguridad, a posponer al día siguiente, sábado 4 de marzo, la salida de la prueba tras registrar la AEMET un aviso de temporal marítimo en Baleares. Por lo que el comité optó por navegar el recorrido más corto de los dos que había previstos.
Las embarcaciones, tras tomar la boya de desmarque, pusieron rumbo a Ibiza con un viento suave de componente sur y una mar picada. Tras firmar una magnífica salida, la embarcación Alvedro II de Pedro Servet y Rafa Andarias se situó en la zona alta de la flota.
Fuertes vientos provocaron los primeros abandonos
A unas 30 millas de la salida, las embarcaciones fueron sorprendidas por un fuerte viento de sur con 25 nudos de intensidad y olas de 3 metros que dificultaron las tareas de navegación y se presentaron los primeros abandonos. El barco Alvedro II puso un rumbo más al sur, una táctica que dio sus frutos y llegaron con el grupo de cabeza a las Pitiusas.
En costas ibicencas, la flota tuvo que atravesar el primer paso intermedio, el Estrecho de los Freus, y bordeó Formentera pasando por el cabo de La Mola y el cabo Berbería, tercer y cuarto punto de paso respectivamente, para emprender el camino de vuelta hacia Altea.
En este último tramo, todos los equipos punteros se agruparon y cuando restaban 60 millas para la meta, la embarcación xabiera presentó una gran avería en su vela de proa y no pudo continuar en regata.
Tras el abandono, la embarcación marcó rumbo a su puerto base, el Club Náutico de Jávea, y ambos componentes del Alvedro II coincidieron en la gran experiencia vivida a bordo. Desde el pantalán, Andarias destacaba la gran gesta: “Hemos estado a punto de terminar entre los mejores. Realmente ha sido una pena la avería pero estoy seguro que pronto volveremos con más fuerza”.
