Con la caída de la tarde numeroso público se congregó en el paseo marítimo, junto a la playa de La Grava para presenciar el desembarco moro. Un acto que cada año supera el número de vecinos y visitantes que no se lo quieren perder dada la vistosidad que tiene.
Poco a poco unos cuantos barcos de época se fueron acercando a la playa de La Grava, ante los disparos de las tropas cristianas que intentaron por todos lo medios evitar el desembarco.
El empuje de las fuerzas del ejercito de la media luna fue tal que después de lograr desembarcar en la playa, lanzó un ataque de arcabucería que obligó a retroceder a los cristianos. Poco a poco las tropas de la cruz se fueron retirando y buscaron refugio en su castillo.
Durante la dura batalla la protagonista fue la pólvora, mucho kilos se dispararon bajo un estricto control por parte de los miembros de la Junta de Festes de Moros y Cristianos. La responsabilidad de los festeros y las medidas de seguridad que se tomaron hicieron que todo saliese a pedir de boca. El público disfrutó de un gran espectáculo donde primó la seguridad ante todo.
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Expectación para ver el desembarco
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Moros desembarcando en la Grava
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Jóvenes de la filà Xibia
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Moros Saharis llegando a la orilla
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Componentes de la fila Al Tarik`s
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Cristiana de la filà Pirates de Sant Jaume
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Cristiano disparando su arma
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Guerrara Xibia cargando su trabuco
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Guerrera mora con su trabuco
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Guerrero cristiano cargando el trabuco
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Guerreros de la filà Faciners durante la batalla
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Juan Cardona preparado para la batalla
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Mónica Leal junto a Mar García
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Una cristiana preparando su trabuco
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Una mora disparando su trabuco
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El párroco Fernando Maño de moro
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Mar García trabuco en mano
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Capitanes, abanderada y embajadora cristiana
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Tropas cristianas disparando
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Barca moras preparando el desembarco
