Cerramos las entrevistas de la Semana de la Mujer con la figura de la mujer en el mundo del deporte. Para ello hablamos con la xabiera, Sandra Castelló, que tras jugar durante unos seis en la escuela del Jávea, tuvo que seguir practicando su pasión con el Levante, "estuve desde los 6 hasta 12 años en Jávea, pero al llegar a esa edad, que era la límite para poder jugar con niños empecé a jugar con el Levante, iniciándome en la categoría de Segunda Regional hasta llegar a la máxima categoría, llamada actualmente Primera División femenina. Además, en la temporada 2013- 2014, fiché por el Sporting Puerto de Huelva, dónde sigo jugando a día de hoy en Primera División", señala Castelló.
Para Sandra, desde que su trayectoria profesional se enmarcara en el fútbol femenino "he visto cómo ha crecido en varios aspectos. A día de hoy, hay más mujeres que practican este deporte, de hecho hay muchos equipos que fomentan esta práctica desde edades muy tempranas, formando equipos base íntegramente femeninos para que aprendan y disfruten haciendo lo que más les gusta".
La xabiera remarca otros avances a nivel de apoyo y sponsors, "en este aspecto también se aprecian grandes cambios, así como la retransmisión de partidos, grandes empresas apoyando la liga femenina, facilidades de las secciones masculinas de los clubes hacia las femeninas (cesión de estadios, por ejemplo)".
Castelló comenta a este medio que en estos años ha habido un crecimiento del número de aficionados, tanto de hombres como de mujeres, que acuden a ver los partidos o que siguen los resultados de los partidos femeninos.
Sobre la vivencia ante la desigualdad, Castelló destaca que siendo pequeña "nunca he vivido discriminación alguna, pero conforme he ido creciendo sí he sentido muchas diferencias entre el fútbol femenino y el fútbol masculino, como por ejemplo en instalaciones, apoyos institucionales, patrocinadores y salario".
Nuestra protagonista de hoy señala que personalmente cree que la mayor desigualdad existente dentro del deporte y en concreto en el fútbol es "el reconocimiento social y económico ante los mismos hitos como ganar un mundial. Espero que en los próximos años las diferencias en el fútbol sean menos y el fútbol femenino crezca hasta igualarse con el masculino haciendo ver a los aficionados que el fútbol es un deporte de todos".
De cara al futuro, con la visión en la igualdad, Sandra indica que aunque cada vez son menos las diferencias "ya que el fútbol femenino está creciendo a pasos agigantados, gran parte de la sociedad no es consciente de que una jugadora de fútbol pueda practicar dicho deporte igual o mejor que un hombre".
