Un año más, el Museu de Xàbia ha destinado parte de su presupuesto a la conservación y restauración de sus fondos, siendo una de las ocho piezas, el mascarón de proa del pailebot, Pepe Tono. Una figura de madera estucada y pintada que representa el rostro de Joaquima Bolufer, hija del armador J. A. Bolufer, que es originaria de 1877.
Esta pieza fue donado al Museo por la familia Bover. Al haber estado muchos años a la intemperie, se encontraba bastante deteriorada y en el año 2000 ya se inició una restauración de este mascarón que ahora ha sido completado, gracias a los trabajos de la restauradora de Bienes Culturales, Maite Gay Arenas, realizando la nariz, labios y ojos gracias a los retratos fotográficos del personaje conservados por la familia.
El velero Pepe Tono era uno de los cuatro que formaban la compañía carguera de Josep Antoni Bolufer. Bajo las órdenes del capitán Bertomeu Mengual realizaba frecuentes viajes en Cuba y en alguna ocasión a las Filipinas. En estos viajes, el barco transportaría principalmente pasa y otros productos agrícolas del país (a la ida) y regresaba cargado con madera de mobila y otros productos coloniales, como café o azúcar.
El pailebot fue construido en Xàbia, en los talleres de la playa de la Grava, por los calafates Marí de Dénia y Jaume de la Tabaira, de Teulada. Fue botado sobre 1877, siendo desguazado en una fecha incierta ya principios del siglo XX.
Otras piezas restauradas
Entre las demás piezas restauradas se hay: tres de metal, cuatro de cerámica esmaltada y la última es una talla de madera estucada y pintada. Se trata de un hacha plana de bronce de cronología prehistórica, que forma parte de la donación de la familia Cruanyes. También una hebilla de arco con pasador de bronce de época medieval andalusí tardía (finales del siglo XII o principios del siglo XIII), que proviene de uno de los entierros de la màqbara (necrópolis islámica) de Llenes, en Benissa y un cencerro de hierro (de una oveja o una cabra) de época medieval, procedente de un silo de la villa de Xàbia.
El material cerámico es todo originario de talleres valencianos y datado del siglo XV. Un plato, una palangana o un pequeño bote, además de un salero hallado en las excavaciones del Central Cinema datado del siglo XVIII.
