Enmudezco y no encuentro palabras de elogio para ensalzar las Fiestas de Moros i Cristians de Xàbia. Por fin, después de tres años de ausencia festera silenciada por culpa de la maldita pandemia, este año (2022) retornaron, además de otros eventos festivos en Xàbia, las divertidas y alegres fiestas de los Moros i Cristians.
Sonó el primer cohete y salieron y llenaron las calles de Aduanas con una fuerza renovada, entusiasta e importante, y fueron recibidos con algarabía, aplausos y una inmensa alegría, no solo por los habitantes javienses, sino por los miles de veraneantes y turistas que estaban ansiosos por ver desfilar a esos Moros i Cristians por todas las calles de Aduanas.
Los cohetes y trabucos explosionaban con más fuerza que nunca, pero sin duda, el colorido, los exóticos atuendos y trajes que lucían y exhibían las diferentes filaes, moras y cristianas destacaban sobremanera para deslumbrar y entusiasmar al público que asistía atónito a los desfiles con un interés inusitado después de tres años sin poder presenciar esta fiesta tan entrañable y alegre, que después de más de cuarenta años sigue haciendo historia y abriéndose camino entre otros eventos festivos de más antigüedad (como Fogueres de Sant Joan, El Nazareno o Festes de la Mare de Déu de Loreto).
Los Moros i Cristians desde una perspectiva ilusionante, con constancia, trabajo, voluntad y gran perseverancia pretenden ser merecedores del reconocimiento de los xabieros y visitantes. Se ponen a trabajar de todo corazón al cien por cien en el día a día con entrega y la mejor voluntad para calar en el corazón del pueblo, y que este los reciba con aplausos y siempre esté dispuesto a darles una calurosa bienvenida, así como a aclamarles para que de esta forma se animen a continuar con esta fiesta veraniega en el mes de julio, a pesar de la canícula que se deja sentir en estas fechas.
Ellos resisten estoicamente las inclemencias caloríficas del tórrido verano y, con gran ilusión, se enfundan las vestimentas más variopintas para agradar al público con el colorido de los trajes y complementos que adornan y completan toda una vestimenta vistosa y brillante. A continuación, desfilan acompasados y coordinados, mientras la música los anima para que mantengan el ritmo sincronizado que despierta las ovaciones y olés de todo el público que asiste enfervorizado al acto y aplaude el desfile de las filaes y estallar en una alegría colectiva que aúna a los asistentes en cálidos saludos, y para contagiarse y fundirse en una especial amistad y solidaridad que acabará siendo una unión divertida plena de felicidad y paz entre filaes y público.
Este breve comentario tiene como finalidad principal elogiar a todos los eventos festivos que engrandecen a Xàbia, a su hospitalidad, a su forma acogedora de recibir y agradar a todos los visitantes y turistas que tienen la gran suerte de gozar de las bellezas naturales de esta maravillosa Villa Alicantina y mediterránea.
Por fin, vuelvo a tener la oportunidad de alabar las Fiestas de los Moros i Cristians, a los que aprovecho para animarlos a que no se tornen a suspender ante ningún contratiempo por el bien de Xàbia. Gracias por permitirme que, en otra ocasión pueda agarrar la pluma y escribir un nuevo y sencillo relato en honor a estas memorables fiestas de
los Moros i Cristians. Y con toda la fuerza de mi corazón gritaré: “¡Vixquen els Moros i Cristians de Xàbia!”
