El pasado fin de semana las playas de Jávea se vieron invadidas por los animales marinos más temidos del verano, las medusas. La playa de la grava, el Montañar, la Granadella, casi todas las playas de Jávea recibieron la visita de grandes bancos de medusas que impidieron el baño a los que fueron a disfrutar de un día de playa, sólo los más atrevidos intentaron refrescarse sorteando los bancos de medusas que parecían grandes manchas marrones.
Las medusas, que viven en mar abierto a unas 10 o 20 millas de la costa y sólo llegan a la orilla de las playas arrastradas por las corrientes o los vientos de mar a tierra, pican debido a unas células urticantes que contienen un veneno y que llega a las presas por un filamento con espinas.
Qué hacer ante una picadura de medusa
En primer lugar lo más aconsejable es no bañarse ante la presencia de medusas pero si sufrimos la picadura de una de ellas, lo primero es salir del agua y si los vemos, quitar de la piel restos de tentáculos. El agua dulce no es aconsejable, lo mejor es el agua del mar, además no se aconseja frotar la zona afectada con toallas u otras prendas. El frío es aconsejable para calmar el ardor de la picadura por lo que una bolsa con hielos nos ayudará a evitar que el veneno pase al riego sanguíneo. Después se aconseja lavar la herida y curarla hasta que cicatrice pero si el ardor o la herida no se cura, lo mejor es acudir a un centro de atención primaria.
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Solo algunos bañistas entraban a refrescarse vigilando con cuidado los bancos de pequeñas medusas marrones
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La playa de la grava fue una de las más afectadas por bancos de pequeñas medusas marrones.
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Los bancos de medusas se agrupaban en la orilla de las playas de Jávea impidiendo el baño.
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Bancos de pequeñas medusas marrones en la playa de la grava.
