La crisis sanitaria por el coronavirus está afectando en todos los sectores. Si hace unos días conocíamos como vivían esta situación los restauradores y comerciantes, hoy lo hacemos con la otra parte del sector turístico, el del alojamiento.
En los campings de Xàbia, en la actualidad apenas cuentan con clientes, de hecho, el camping El Naranjal, situado en la playa del Arenal, se encuentra cerrado, "los clientes que se encontraban en nuestras instalaciones en el momento del anunció del Estado de Alarma decidieron irse", señala Delfi, la responsable del camping.
Sin embargo, en el camping Jávea se encuentran alojados un total de 12 personas ocupando así, seis bungalows, "son personas que se quedaron atrapadas aquí mientras pasaban sus vacaciones cuando decretaron el Estado de Alarma. Ante la problemática de movilidad y la incertidumbre de la pandemia en su país hizo que decidieran quedarse", explica Joaquín, un trabajador del camping.
De cara al verano, a falta de conocer cuáles son las medidas que determine el gobierno para el desconfinamiento y cómo afectará a cada sector, los campings ya están notando un bajón en las reservas. "Hasta el momento, todas las reservas que se habían efectuado de cara al verano han sido canceladas, incluso las del mes de agosto. No contamos con ninguna reserva a la vista y la situación pinta muy complicada", añade Joaquín.
Por su parte, Delfi, del camping El Naranjal, mantiene la esperanza a que la situación mejore y no perjudique tanto la temporada alta, "las reservas de mayo y junio están ya perdidas aunque seguimos manteniendo las de julio y agosto a la espera de lo que nos digan que tenemos que hacer o cómo actuar en la apertura. No sabemos a qué se nos va a obligar, aunque sabemos que nos va a suponer un desembolso importante".
A día de hoy, los clientes del Camping Jávea que residen estas semanas en el bungalow lo hacen como si fuera su casa, "están aislados en su parcela, sin contacto con otras personas alojadas y cada propiedad tiene sus servicios, ellos se encargan de su propia limpieza. El resto de las instalaciones de uso público están totalmente cerradas cómo se ordenó", indica el trabajador.
Mientras, en el camping El Naranjal, según indica su responsable, "en estas semanas de cierre, en las que se ha tenido que realizar el ERTE a todos los empleados, se ha aprovechado para hacer los trabajos de mantenimiento y mejora que no se pueden llevar a cabo cuando el camping está ocupado".
Ante la desescalada gradual del confinamiento, Delfi augura que la situación del alojamiento es diferente a la de la hostelería y espera que para la segunda semana de junio puedan estar abiertos, "y confiamos en que la gente va a querer salir de sus casas aunque sea en estancias más cortas". Mientras, desde del camping Jávea piensan que la situación se presenta muy complicada, "estamos en la misma situación o peor que los restaurantes y si de verdad no nos dan permiso para abrir nos vamos al hoyo".
