A partir del próximo lunes, 9 de agosto, entrará en funcionamiento la nueva barrera de control de acceso en la Plaza Celestino Pons y calle Sor María Gallard. Con este sistema, el entorno del Mercat Municipal quedará cerrado al tráfico durante determinadas horas del día para favorecer el uso peatonal y otorgar a la hostelería una ocupación de la vía pública con mayor seguridad.
La medida está acompañada de una reorganización del aparcamiento con la que se libera vehículos y se embellece con jardineras la fachada de la iglesia de Sant Bertomeu, recientemente restaurada. Se han reservado dos plazas de aparcamiento en la entrada de la plaza para estacionamientos de corta duración para aquellas personas que realicen compras en la farmacia y cargas rápidas del Mercat.
Horario de acceso
El horario inicial establecido pretende compaginar los distintos intereses, tanto de los vendedores del Mercat como de la hostelería y de los propios residentes y peatones.
De esta manera, entre semana, es decir, de lunes a viernes, el acceso estará abierto en horario de mañana (de 7 a 14 horas) mientras que en horario de tarde y noche (de 14 a 7 horas) se cerrará la barrera y solo podrán acceder en caso de necesidad los residentes.
Durante los fines de semana, los sábados se dejará un horario de 7 a 11 horas para carga y descarga y a partir de esa hora, la plaza será de uso peatonal. El domingo se permitirá la circulación durante todo el día.
A los directamente afectados (calles San Marcos, Sor María Gallart, Sant Clara, San Buenaventura, San Bartolomé y las plazas Celestino Pons y de la Iglesia) se les ha facilitado una tarjeta de acceso por vivienda.
La Policía Local ya ha estado informando a los usuarios de esta nueva regulación que entrará el lunes en vigor y que contará con supervisión a cargo de personal municipal.
No sé a qué esperan para peatonalizar todo el casco antiguo. Se vive mejor sin chatarra con ruedas en las calles. Ni residentes ni forasteros. El aparcamiento NO es un derecho. El impuesto se paga por circular, no por tener una plaza de aparcamiento en la puerta. Servicios de emergencia y nada más.
Cuando viajas por Europa, te das cuenta del atraso que tenemos en este país.
El casco histórico, el que cerraba las antiguas murallas, debe quedar libre de tráfico, convertirse en zona peatonal, con la sola excepción de los residentes, servicios controlados y con una solución para las personas con deficiencia motriz. Y, por supuesto, embellecerse y hacerse muy atractivo para propios y visitantes, siendo muy importante incentivar la participación de los vecinos. Jávea es un pueblo medieval y en determinados momentos pasear por sus calles es un placer y más aún si se saben resaltar sus bellezas. Hay que vitalizar el casco antiguo y se obtendrán beneficios económicos y culturales, que tanta falta hacen. Jávea no termina en sus costas, cabos y calas, tiene una vieja historia que contar y hay que enseñarla.
Menos botellones, juergas y contaminación y más cultura, que mucha falta hace: más cultura.