Nuestro viaje por el mundo hace parada en Francia, lugar donde aún no habíamos estado. Allí se encuentra David Agud Miguel, un xabiero de 31 años que lleva alrededor de cinco fuera de su Xàbia natal.
David estudió la licenciatura de Biología en Valencia "y la integración laboral en ese momento era complicada, por lo que decidí estudiar dos masters relacionados con el campo de la educación, ya que ampliar la perspectiva de formación puede ayudar mucho de cara a la búsqueda de trabajo, demuestra una gran versatilidad y que te sabes buscar la vida", resalta Agud.
Pero acabados los estudios, "la complicada situación que atraviesa el país y la gestión que se ha hecho de dicha situación hizo que me sintiera empujado a dejar el país en el que había vivido, cuestión que no es fácil", manifiesta este xabiero.
David, con su ida, buscaba una calidad de vida que no encontraba en España, "es difícil de asimilar que se permita estudiar una carrera, pero la sociedad no pueda ofrecer puestos de trabajos en ese sector. Si estás dispuesto a moverte y eres capaz de adaptarte, puedes conseguir esta estabilidad y calidad de vida en otro país", destaca nuestro xabiero por el mundo de hoy.
Desde el 2013, David está viviendo en Francia, y durante estos años ya se ha mudado hasta cuatro veces, "empecé viviendo cerca de Lyon, en el lado Este del país, y desde 2015 vivo en un pueblo cercano a la ciudad de Angers en
la provincia de Maine et Loire".
Según comenta Agud, Angers está considerada una de las mejores ciudades en las que vivir en Francia en relación a la gran calidad de vida que ofrece, aunque va a la ciudad todas las semanas, "prefiero la tranquilidad de sus alrededores, dónde podemos encontrar pueblos pintorescos que son atravesados por el río Loira, el río más largo y el único río salvaje que queda en Francia".
Pero como dice nuestro protagonista de hoy, "no todos los inicios son fáciles". Y es que David, desde su emigración, ha trabajado como profesor de español, en empresas de horticultura e incluso vendimiando; "me gusta pensar que estos puestos de trabajo me han ayudado a llegar hasta donde estoy ahora. Trabajo en una empresa que se dedica a analizar la resistencia de las distintas variedades de plantas al ataque de numerosos patógenos. Dicho de otro modo, comprobar por ejemplo si una variedad de lechuga es resistente a un determinado hongo". Por lo que podemos decir que David ha conseguido trabajar de lo que ha estudiado.
De momento, lo de volver a Xàbia o incluso España, "no está en mis planes, aunque nunca se sabe. Mi hija ha nacido aquí y me siento bien siendo extranjero. Obviamente, echo de menos muchas cosas de España y en concreto de Xàbia, como el olor del mar, sentarse al sol en una terraza en invierno, la imagen del Montgó o una paella, pero puedo disfrutar de ellas cuando visito a la familia", dice David.
"Xàbia es realmente un lugar único. Cuando enseño fotos a los franceses me preguntan porque me he ido", indica el xabiero. De hecho, David comenta que algunos compañeros de trabajo pasan sus vacaciones en Xàbia, "conocen las playas, los restaurantes que les aconsejo, incluso han estado mientras yo vivía aquí. Es curioso que luego llegues a trabajar con ellos".
Con respecto a la gente que esté dudando en emigrar, nuestro xabiero aconseja que "por intentarlo no se pierde nada. El grupo social de los emigrantes es muy heterogéneo, cada persona tiene sus motivos para irse a otro país, una situación económica distinta o un deseo más o menos fuerte por volver a su país de origen. Pero para emigrar hay que tener un buen plan de base, recursos económicos para mantenerse si la situación es complicada al principio, y una gran capacidad de adaptación. Estas cosas son un buen comienzo para poder demostrar que tienes mucho que aportar".
