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HLA San Carlos informa que las alergias reducen la calidad de vida y muchas están asociadas a la actividad laboral

08 de abril de 2017 - 00:57

Se dice que en las próximas décadas la alergia será una dolencia que afectará a gran parte de la población mundial, ya que afecta, en mayor parte, a los países desarrollados.

Según informan los expertos de HLA San Carlos, esta patología reduce considerablemente la calidad de vida y afecta a muchos profesionales en su trabajo. Y es que, el equipo del servicio de Alergología asegura que las alergias ocasionadas por el trabajo existen, “son las llamadas ‘ocupacionales’ y surgen asociadas a actividades laborales concretas. Además, cada vez es mayor el porcentaje de trabajadores que las desarrollan frente a materiales con los que están en contacto permanente”.

Las alergias laborales pueden incapacitar al trabajador

A pesar de que nos encontramos ante la enfermedad laboral más frecuente, solo se declaran entre el 1% y el 2% de los cerca de 10.000 nuevos casos al año en España, y se cree que cerca del 15% del asma que padece la población adulta, tiene un origen profesional, según indica el ‘Libro blanco de la alergia’ de la Organización Mundial de la Alergia y un informe de la Organización Internacional del Trabajo.

Los facultativos destacan que “la alergia a factores ambientales del entorno laboral es una patología que puede llegar a incapacitar al individuo para el desarrollo de su tarea profesional y constituye un gran problema sanitario que implica importantes pérdidas socio-económicas”.

Sanitarios, panaderos, pintores y peluqueros entre los más afectados

Las profesiones que con más frecuencia están expuestas a este problema son por ejemplo “los panaderos, ya que por la inhalación de harinas utilizadas tienen peligro de padecer rinitis o asma. Los pintores, por efecto de los disolventes o los peluqueros debido a los productos del cabello, así como el personal sanitario ya que muchos se vuelven alérgicos al látex o a la manipulación de algunos medicamentos que les suministran a sus pacientes”, explican los alergólogos de HLA San Carlos.

Por tanto, como explican los citados informes internacionales, las alergias ocupacionales más comunes son las de origen respiratorias y las cutáneas. En muchas ocasiones, la situación sólo mejora alejándose del objeto que las causan.

Otras alergias comunes

Además de las profesiones, la zona donde vivimos también es un factor a tener en cuenta a la hora de poder padecer alergia. “En la zona de costa, como es esta comarca, hay que extremar la precaución con las alergias respiratorias ocasionadas por los ácaros del polvo, debido a las condiciones ambientales y de humedad. Tampoco podemos olvidar estar alerta a las causadas por el polen, que son las más comunes, y a las ocasionadas por los hongos y por epitelios de animales” aclaran los alergólogos.

A estas se suman las producidas por los fármacos, y por último las alimentarias, que son significativamente más graves por su incidencia entre la población infantil y por la presencia oculta de alérgenos en alimentos envasados. “Las frutas rosáceas, los frutos secos, la leche, el huevo, el pescado o el marisco son los alimentos más comunes que producen alergia”, indican los profesionales.

Medidas de evitación

“Teniendo en cuenta que la enfermedad no se puede prevenir, debemos tratar de evitar aquello a lo que el paciente sea alérgico, ya sean ácaros, pólenes, animales, alimentos, medicamentos, etc. Si no se llevan a cabo medidas de evitación del alérgeno la reacción será cada vez más intensa”, explican los integrantes del Servicio de Alergias del hospital.

Esta patología ataca de muchas formas, mediante inhalación, ingestión, inyección e incluso contacto. Es capaz de atravesar las barreras físicas -mucosas, epidermis- de nuestro organismo y alcanzar los centros neurálgicos del sistema inmunológico. Estos ataques desencadenan un variado y molesto repertorio de síntomas como rinitis, conjuntivitis, asma, dermatitis atópica, urticaria y, en casos extremos, un shock.

En ocasiones, sobre todo en el trabajo, es imposible evitar aquello que nos produce alergia, y si es muy grave, lo aconsejable es un cambio de profesión. Pero si es un caso leve, otra forma de combatir las alergias son los tratamientos sintomáticos, “como antihistamínicos, corticoides, broncodilatadores, etc. que se utilizan para evitar que aparezcan síntomas o para controlarlos mejor”, concluyen desde el centro.

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