Dos meses han pasado desde que el 1 de julio se restringiera el acceso a la Cala de la Granadella. Hoy, 1 de septiembre, la entrada a la zona de la Granadella despertaba sin la barrera. Esta nueva medida, puesta en marcha por el Ayuntamiento de Xàbia para preservar la zona de masificación ha provocado algún malestar entre vecinos y restauradores, aunque al final de los dos meses, "el balance es positivo", decía uno de los restauradores. Además, añadía, "este mes de agosto no ha sido bueno en cuanto al tiempo, no podemos achacarlo todo a la barrera, por lo que la comparativa de este mes con el del año anterior no sería del todo correcta".
Pese al mal tiempo de hoy, durante la mañana, decenas de vehículos accedían a la Cala para simplemente pasar el día en la playa o de visita. Un bañista señalaba que de la noche a la mañana ha desaparecido todo; "barrera, presencia policial, es como un antes y un después, tal vez algún agente informando o dando alguna indicación hubiese estado bien".
A partir de ahora queda valorar cómo ha sido el funcionamiento de este mes de julio y agosto. Los restauradores coinciden en que lo que resta de año esperan tener contacto con el Ayuntamiento para mejorar esta situación, "este año ha sido un programa piloto, al que ahora hay que ver cuáles han sido los fallos para que el próximo año sea mejor".
Y es que, los gerentes de los bares y restaurantes de la Cala Granadella opinan que esta medida es buena para evitar la masificación de Cala, poderla conservar y conseguir una turismo de calidad, "pero está claro que hasta que la gente se acostumbre a esta nueva normativa, los servicios padecen mermas, como este año que no hemos dado tantos servicios de comida".
