Uno se acuerda que cuando era niño iba todos los domingos a misa y cuando terminaba tenía la recompensa de entrar en el kiosco de chucherías que estaba en la plaza de la Iglesia.
Ese kiosco lo regentaban las hermanas y madre de nuestro protagonista, Fermín Espinosa, que a punto de cumplir los 75 años nos recibe en su casa de paredes de tosca rodeada de recuerdos e infinidad de fotografías.
Es prácticamente imposible seguir una conversación ya que siempre tiene respuesta para todo. En 1949 junto a su padre fabricaba helados de “cuatro colores” y en verano con un triciclo se iban a la playa del Arenal a venderlos.
Su faceta artística está relacionada con el mundo fallero, ha hecho infinidad de fallas en Pego, Xàbia y Ondara y ha colaborado con el artista Vicente Luna, encargado de montar la falla del Ayuntamiento de Valencia donde ha recibido infinidad de premios por su labor.
Fermín tiene otra virtud, que es la de ser muy gracioso, suele contar citas graciosas con suma facilidad y de su boca salen frases como, “en la plaza volen falla i ningú a clavat la pata, aquí teniu un fallero que vos a fet una tasa de plata”. Recuerda que cuando se hizo el alcantarillado en el casco antiguo en una conversación con el alcalde tuvo que cambiar el verso “posarán el alcantarillat i el poble estará salvat”.
Mientras nos enseña carnets de maestro fallero e infinidad de fotos sigue contando sus historietas. Lo más reciente que ha hecho, son algunos relatos de personajes famosos locales como David Ferrer, Antonio Sivera y el astronauta Pedro Duque que dice así “a Pedro Duque a Xàbia li vaen fer un homenatge i a la porta de la Nasa li vaen furtar el equipatge”.
Por último reseñar que en su casa de la plaza de la Iglesia tiene un Cristo de Medinaceli al que él mismo fue quien le construyó las andas y sus hermanas confeccionaron el manto. Una imagen que antes salía en procesión por semana santa pero al morir sus padres dejó de hacerlo.
