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Exposición de Nina Llorens en el Festival Ojos Rojos

Información
Fecha de inicio: 17 de septiembre de 2021
Fecha de finalización: 17 de octubre de 2021
Tipo de evento: Exposición
Lugar: IB Isabel Bilbao Galería de Arte
Evento finalizado

Del 17 de septiembre al 17 de octubre, la Galería de Arte Isabel Bilbao acoge la exposición fotográfica de Nina Llorens Peters titulada 'Biblioteca d'ànimes'. La inauguración será el 24 de septiembre a las 18:30 horas. Esta muestra está enclavada dentro de la programación del III Festival Internacional de Fotografía Española e Iberoamérica; Ojos Rojos.

La artista describe su exposición de la siguiente manera:

"Los personajes que aparecen en cada fotografía, los que quedan velados tras algún elemento ajeno a sí mismos, quizá pudieran tener algo parecido a quien fueron, o quizá no. No sé quienes son, no sé nada de su vida y tampoco me interesa especialmente. No transito la memoria, tampoco la nostalgia, no quiero evocar nada, tampoco remitirme a contenido histórico alguno. Mis collages no quieren ser categóricos, ni cerrar el sentido, no hay un relato único y mucho menos unívoco.

Lo que hay es eso que Ramón Gómez de la Serna pidió en sus Gollerías: “Lo que debía haberse inventado ya”, escribió, “era la biblioteca circulante de las almas, dando medio de variar del alma de vez en cuando a todos los que tengan un alma monótona o sin interés”. Porque en las fotografías que han ido llegado a mi mesa de trabajo estos años pasados hay almas de todo tipo. Hay almas embotelladas y almas sin embotellar, hay almas esponjosas, almas resecas y almas llorescas; almas idiosincráticas, almas de corcho, almas de purpurina, y almas de greda. Almas de celofán, almas grises, planas, almas abotargadas y almas bullentes, las hay atormentadas y las hay bravas. Y también hay “… almas como una caja de botones donde han caído botones de diferentes padres y diferentes madres”.

Lo que me gusta de cada fotografía lo realzo, intento ocultar fealdades, lo que me molesta visualmente lo camuflo o enriquezco la foto velándolo, lo hago desaparecer. De alguna manera lo que hago consiste en crear un diálogo entre diferentes materiales, tapo, oculto, pongo a conversar formas que ni se conocían. Texturas, acabados superficiales, tipos ocultos, información comercial, reversos. Tras encuentros casuales, que no fortuitos, en muchas tardes y días de trabajo en mi mesa reinvento sentidos ocultos, abro poéticas y posibilidades. Habito la polisemia. Hago mutar de alma a cada fotografía. Sutilezas, brillos, tramas, texturas, superficies. Materiales que yo leo como coherentes con la imagen, con esa persona que habita la fotografía y cuya alma quiero cambiar. Cada imagen requiere una atención profunda una escucha atenta. Todo lo olvidado, lo siempre visto e ignorado, lo que queda fuera del primer plano es lo que compone la alquimia de esa nueva alma que se saldrá de mi mesa-laboratorio.

Los capullos en flor conversan al atardecer cual cabezas cónicas de una pareja cualquiera; una página quince que aparece; muchas páginas, titulares o elementos gráficos y tipográficos. Elementos editoriales, las bambalinas siempre visibles y siempre ignoradas que componen un libro: los filos de la página, los cantos de la hoja, la numeración de capítulos, la calidad del papel, la tipografía, su tinta, su color, su densidad…

Una mujer madura, con un alma sin interés, que toma temporalmente en mi mesa, en mi biblioteca de almas, una prestada. Un niño anodino se hace geómetra; una mujer se pone un celofán por gafa, gafas de “retoque positivo”, gafas con filtro rosa, con filtro azul, con filtro naranja. Mirar distinto es ser otro. Decimonona galáctica y pop. Mezclar tiempos. Beso una foto, pongo el vidrio quebrado de la pantalla de un móvil, un velo, un papel japonés, unos circulitos desechados de una troqueladora. Ritmos, bailes de formas, un bigotes que marcan la curva del monóculo sin cristal, para ver el mundo por primera vez con una mirada espiralada. La espiral salta a otro lugar, se hace cabeza enredada de un padre que sostiene a un hijo y el enredo se aclara en el ganchillo. La trama del ganchillo se hace celda, panal, casa geométrica y perfecta de unas avispas que también podrían ser la cara de otra dama tan anodina como la primera, como los demás, como casi todas. Máscaras, brillos, primaveras.

Tú florece; la primavera siempre llegará".

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