El encierro estimula la creatividad y el pensamiento. Una reclusión estimula la imaginación.
En este momento hay que buscar alternativas para pasar este periodo de cuarentena y una de ellas es escribir. Podemos escribir desde el diario personal hasta historias noveladas realistas o fantasiosas, algún poema o reflexiones personales o hacer recopilación de chistes, de canciones, de recetas de cocina o de repostería, escribir cartas a los amigos y a los enfermos como se ha dicho estos días.
Una muestra de lo que digo son las numerosas obras escritas desde la cárcel o prisioneros por una u otra causa o en periodos de confinamiento. Os ofrezco una muestra de estos escritos por si os apetece seguir la línea de estos personajes.
El poeta latino Publio Ovidio Nasón sufrió destierro en la aldea de Tomi (en la actual Rumania), y allí escribió (19 a. d. C.) algunos de los versos más hermosos de la historia de la literatura, los versos del exilio, contenidos en dos obras: Tristia («Tristes») y Ex Ponto (“Pónticas”).
San Juan Evangelista escribió el Apocalipsis en la isla de Patmos estando desterrado. Marco Polo fue prisionero (1298-1299) por liderar una galera italiana contra la ciudad enemiga y un escritor prisionero también le ayudó a escribir Los viajes de Marco Polo.
El ‘Decamerón’ es una historia que relata el encuentro de siete mujeres y tres hombres, todos jóvenes y de familia acomodada que para huir de la peste que azotó Florencia y Europa en 1348, se refugiaron en una villa de las afueras de la ciudad donde, durante 10 años (de ahí el título griego de la obra), fueron contando un cuento por persona, de un tema propuesto por uno de ellos y elegido según el turno que regía durante la jornada.
El Quijote nació en Argel donde Cervantes estaba cautivo y Dostoievski escribió varias obras estando penado en Siberia un lustro. Shakespeare escribió El rey Lear y Macbeth confinado por la peste.
Thomas Malory, escritor del siglo XV escribió desde la prisión las primeras historias sobre el Rey Arturo, dándonos una imagen de este famoso y legendario rey.
Nicolás Maquiavelo escribió El Príncipe cuando estaba preso en San Casciano, en 1513. Fray Luis de León hizo sus apuntamientos para De los nombres de Cristo y hasta se le atribuye una décima graffiti escrita en las paredes de la celda en que estuvo confinado entre 1572 y 1576.
Martin Luther King, en 1963 fue prisionero y en los márgenes de los periódicos y en papel higiénico escribió La Carta desde la cárcel de Birminghan que fue fundamental para la defensa de los derechos civiles.
La lista se hace grande, pero para muestra es suficiente. He quedado asombrado al ver la gran cantidad de escritos salidos de las entre cuatro paredes de las celdas. Habrá que ver si fruto de esta situación, salen personas que descubren su vena literaria en este confinamiento, que a fin de cuentas, es como lo que vivieron los escritores que enumero.
Juan Bta. Codina Bas.
Muchas gracias. ?Como puedo iniciar sesion?