Pequeños comercios y el sector de la hostelería se ha visto sumergido en un mar de dudas tras el anuncio del Plan de desescalada por parte del Gobierno Central. Si desde hace un mes, lo más esperado por todos era saber cuándo se produciría el desconfinamiento y cómo, a día de hoy, todo es una incertidumbre y preocupación.
En Xàbia, los cuatro colectivos empresariales coinciden en que la medida de abrir, el próximo 11 de mayo, al 30% de la aforo de las terrazas, en el caso de bares y restaurantes, "es totalmente inviable", y en los comercios, que pueden abrir a partir del día 4, "aún no sabemos qué medidas higiénicas hay que seguir una vez atendido el cliente ni tenemos el material de protección".
Los representantes de las asociaciones de Xàbia Histórica, Xàbia Port, Arenal y Restauradores de Xàbia indican que "nadie nos ha informado de cuáles son las condiciones en las que podamos abrir". "No sabemos qué tipo de condiciones son aquellas a las que se refieren como higiénico-sanitarias, ni el número de comensales por mesa o el distanciamiento entre personas de la misma mesa", indica Cande Ros, presidenta de Xàbia Port.
Y es que, las condiciones de reapertura anunciadas por el Gobierno Central, han desanimado a muchos empresarios. Raúl Caselles, presidente de la Asociación de Comerciantes y Empresarios de Xàbia Histórica ha señalado que "los ánimos no son buenos, estamos esperando las ayudas para poder hacer frente. Los asociados del centro histórico consideramos que las medidas indicadas no son buenas y la mayoría va a esperar a reabrir, sobre mediados de junio, cuando el aforo sea 50%". Una cuestión que comparten el resto de empresarios de Xàbia, "si las fases se cumplen bien como dicen, en julio y agosto podríamos estar trabajando, aunque está claro que no será para recuperar, pero con el 30% no se puede sobrevivir", indica Alfonso Pinel, presidente de la asociación de empresarios del Arenal y añade que "necesitamos más concretaciones".
Los empresarios de Xàbia exigen también más información y puntualización con respecto a los ERTEs, "es imposible mantener la misma plantilla anterior durante los seis meses siguientes a la reapertura con un tercio o la mitad del aforo", expresa José Manuel Piña, presidente de la Asociación de Restauradores de Xàbia(ARX). Por su parte.
Con las nuevas medidas, el problema de los hosteleros no es sólo abrir, sino llenar, tanto Piña como Ros inciden en que con la asimetría del plan de desescalada, "perdemos parte de nuestra potencial clientela. Vamos a depender de los clientes locales y comarcales y población extranjera que esté residiendo aquí, pero sino avanzamos a la vez tampoco contaremos con el turismo de segunda residencia". Y es que, los gastos fijos con abrir las puertas se suman, pero con la reducción de clientes, las cuentas no salen, "al menos, a nivel local, el Ayuntamiento de Xàbia se ha sumado en nuestra ayuda y se nos ha aplazado el pago de tasas e impuestos, sin duda un respiro para el sector hostelero en estos tiempos", señala José Manuel.
También, según han comentado los representantes de los colectivos empresariales, el Ayuntamiento de Xàbia está estudiando la posibilidad de ampliar las terrazas para compensar el aforo, "buena propuesta pero que está también el aire porque no es todos los casos posible ya que se ocupa zona de paso de peatones, entradas privadas, etc", manifiestan.
El presidente de la ARX matiza que sino se concreta más la situación del sector hostelero, "la crisis que vamos a vivir será muy fuerte". Por el momento, cada propietario tiene que valorar si le vale la pena abrir o no le compensa y la duda que queda, ¿cuál es la inversión que hay que hacer para abrir y para cuánto tiempo?, ¿Las mámparas serán para largo plazo?, ¿se puede atender a mesas de grupo?. Surgen muchas preguntas a las que, de momento, no hay respuesta.
