La tercera añada del vino blanco Moraig se dio a conocer en l'Espai Multifuncional Abiar, en una cata que estuvo guiada por el técnico enólogo del Proyecto BioMoscatell, Manu Guardiola y que sirvió como agradable colofón a la presentación del libro de Carlos Fuster, “Els Riuraus. L'elaboració de la pansa”.
Abrió la ponencia, Gabriel Pascual, perteneciente a una familia del Poble Nou de Benitatxell que sigue “escaldant” pansa a la manera tradicional. Explicó el proceso de elaboración de la pansa que sigue haciendo su familia, heredado de padres a hijos, y que gracias a unas pocas familias del municipio como la suya, todavía no ha desaparecido.
“Quien ama a su tierra, nunca puede estar equivocado. Vamos haciendo camino”, apuntó Fuster. Una frase que resume a la perfección lo que el autor ha querido trasmitir en su trabajo. Un libro plagado de documentación visual y escrita, además de un derroche de anécdotas, cuanto menos curiosas, que sorprenderán al lector.
Antes de dar paso a la cata guiada de Manu Guardiola, cerró la ponencia el técnico del Proyecto BioMoscatell, José Manuel Bisetto, quien dijo que el secreto del vino blanco Moraig es “que lleva parte de un pueblo en una botella”.
El vino blanco seco Moraig nació en el 2014 dentro del desarrollo del Proyecto BioMoscatell iniciado en 2012. Las buenas críticas y la aceptación de restauradores y consumidores han animado al colectivo a seguir con la elaboración de este caldo seco y a ampliar el número de botellas. Este vino se está convirtiendo en un magnífico embajador de El Poble Nou de Benitatxell.
