Día dantesco el vivido por el pelotón de la Volta a La Marina en la etapa de Benidorm, ciudad que curiosamente destaca por su benevolencia climática. Pero hoy fue la excepción de la norma, con vientos siempre superiores a los 35 km/h y rachas de más de 65 km/h y que incrementaban la sensación de frío. Apareció el sol pero en esta ocasión el viento le ganó la partida.
Con esta tesitura, el circuito de ocho vueltas se convirtió en una verdadera odisea y solo el mero hecho de tomar la salida ya fue un acto heroico. Los chicos del Portal de la Marina-Xàbia´s Bike no se amilanaron y como siempre dieron buena muestra de su coraje, algunos cayeron con las botas puestas y otros, sino todos, guardarán esta etapa en su retina mucho tiempo.
El vencedor de esta dura etapa fue el ciclista, Óscar Perales, mientras que Inocencio Serra salvó con mucho esfuerzo su maillot de líder de la clasificación general.
El Portal de la Marina-Xàbia’s Bike se clasificó cuarto pese a no poder entrar a ningún miembro en la escapada de los elegidos y mantiene esa misma posición en la General, a poco más de tres minutos del podium.
A nivel individual destacó la garra de Moisés Espinós que le aúpa a la tercera posición de la General Absoluta Máster 30; el coraje y la fuerza de Adelino Moll y Juanjo Femenía, ambos reforzados en el Top Ten de la categoría Élite, son séptimo y octavo respectivamente. También, el enorme desgaste de Dani Cepa, séptimo Máster 40 y el sufrimiento de Saoro Moll para no bajarse de la bici a pesar de los calambres.
Desde la salida el ritmo fue alto, hay mucho en juego y muchos equipos con ganas de recortar la ventaja del líder. Esto conllevó a que el pelotón rodara siempre muy estirado, hecho que se pronunciaba en las zonas más rápidas y donde el viento soplaba de costado. El ritmo y el viento causaron estragos y ya en la primera vuelta muchos corredores no pudieron aguantar el ritmo y fueron engullidos por el viento, dejándolos sin posibilidad de reenganchar.
Algunos de los componentes de esta formación sufrieron además problemas técnicos, como Xavi Sellés con un inoportuno pinchazo o Óscar Mestre con problemas en el desviador que le obligaron a rodar con desarrollos excesivos el día menos indicado.
El pelotón se mantuvo más o menos compacto hasta la quinta vuelta donde la segunda meta volante incrementó el ritmo y provocó abanicos, con un grupo pequeño por delante y otros dos por detrás en carrera y más abandonos por detrás.
Emilio Andrés se cortaba tras una fuerte ráfaga de viento que a punto estuvo de hacerle caer y le impidió enlazar con los de delante y Àlex Seguí abandonaba tras sufrir un leve mareo.
El resto del equipo se mantuvo vivo, con Moisés Espinós, Adelino Moll y Juanjo Femenía tirando del segundo grupo para cazar a los de delante o perder el mínimo tiempo posible. En ese mismo grupo Saoro Moll se las veía no solo con el viento sino también con los calambres a falta de dos vueltas y que le hicieron descolgarse en los últimos kilómetros para entrar en solitario entre el segundo y el tercer pelotón, todos ellos reducidos a menos de una veintena de corredores.
