El incivismo continúa en los contenedores de Xàbia

Encarna Martínez Oliveras dice:

Con todos mis respetos hacia el Ayuntamiento: hay gente incívica, incluso marrana y todos los calificativos que encontremos. Pero el Ayuntamiento, con su política de basuras o desechos, no solo no ayuda, sino que acaba por ser cómplice de la situación. Hay mucha gente muy harta de tener que hacer tres kilómetros y coger expresamente el coche para tirar la basura. Y no todos pueden. Hay muchos residentes temporales de mucha edad que han de esperar a que vengan los hijos el fin de semana, con suerte o tres fines de semana después para que cojan la basura, la pongan en el coche y la lleven al contenedor. He visto una mujer con andador hacerse medio km de ida con la basura y el medio de vuelta, sin lavarse las manos, sin ella.
Hablemos de higiene y salud; hablemos de posibilitar la retirada de basuras en Jávea, a personas mayores, a personas con discapacidad. En 2015 se me dijo que en 2017 se revisaría la contrata porque la de entonces, tal y como solicité «Carecía de contenedores adaptados» para personas incapaces de abrir el contenidos pisando una barra, o hacerlo con el riesgo de romperse una cadera o de caerse. Inútil, como cada solicitud. Primero pensemos: no podemos, muchos de nosotros, meter la basura en el coche ni echarla en un contenedor. Las basuras, no me canso de decirlo, van en el mismo sitio que el cubo y la pala de los niños; que la bolsa del bebé con biberón y chupete incluidos; o el potito y la cucharita; la sillita del bebé; la compra, entre la que sobresalen las ramas del apio y otras verduras que entran en contacto con el mismo aire y superficie en el que, minutos antes, llevaba la basura con pañales del niño o del abuelo, con restos podridos de comida, elementos de higiene y todo lo que se imagine cada uno que lleva en su basura, llena de gérmenes (virus y bacterias) causantes de enfermedades. Que tras tirar la basura, tocamos el volante, la puerta y todos los mandos del coche antes de volver a casa y lavarnos con agua y jabón. Y poco después, a veces sin pasar por casa, ese vehículo continúa su marcha para recoger y depositar en el mismo maletero LA PAELLA que tenía encargada.
Eso sí: con la mascarilla puesta.
Yo reclamo, por enésima vez y puesto que pagamos los servicios, un contenedor a 50 metros como mucho, tanto del amarillo como del orgánico. Los otros al punto limpio. Por cierto, no encuentro de ropa. Y, cuando un usuario mayor de 65 años (por poner una edad) o con minusvalía lo solicite, reclamo contenedores adaptados. Si uno no puede abrir el contenedor ¿qué pretenden que haga con la basura?
Y sí, el punto limpio del cruce de la Guardia con la carretera de la Granadella es un asco y un peligro. Pero peor la zona de los contenedores de Costa Nova, detrás de los cuales hay cantidad de vidrios rotos, porque los cristales planos no se pueden introducir en el contenedor y la gente cuando se marcha de un alquiler lo tira todo ¿Dónde? Misterio…
Del mar, he encontrado más de 30 adoquines que sobrarían de las obras del paseo. ¿A quién se lo digo? La Policía Local me dijo que avisara al 112. En mi ciudad solo se puede llamar al 112 por una emergencia y me da reparo, porque esto en agosto ya estaba ahí.
¿A quién acudir? Las bolas de piedra del paseo que se tragó, supongo, un temporal hará tres años, ahí están sumergidas.
¿A quién acudir y a quién preguntar? Porque si los agentes no lo saben, imaginen los demás.
Termino: un punto limpio no puede ser único y estar a la salida del municipio, porque al final, las cosas terminan en el bosque. Seamos más cívicos, pero, señores concejales, faciliten la retirada de residuos y, sobre todo, miren por nuestra higiene y salud.