Un nuevo negocio se suma a la lista de comercios históricos que cierran sus puertas en Xàbia. En esta ocasión, no sólo los 46 años dando servicio a sus fieles clientes ha sido el fin, sino también, la dura crisis sanitaria por el coronavirus ha provocado bajar la persiana definitivamente.
El nuevo adiós ha sido para la tienda 'Hilde', situada en pleno centro histórico de Xàbia y que vendía, únicamente, artículos de piel. Sus inicios se remontan a 1976, hace casi medio siglo.
Durante sus 46 años al frente del negocio, muchos han sido los buenos y malos momentos vividos. Brigitte Kratzer y Hilde nos cuentan muchos de sus recuerdos en este pequeño local. 'Hilde-Moda de piel' era un comercio de proximidad, de ahí, que sus fieles clientes se hayan convertido en especiales amigos.
46 años de amor y entrega
La tienda abrió sus puertas el 16 de octubre de 1976 de la mano de Hilde y su marido. Ambos estaban ilusionados en este nuevo local que ha mostrado la fuerza por sobrevivir. Y es que, pocos meses después de su apertura, un trágico accidente de tráfico puso en peligro el destino del negocio. Los fundadores fueron las víctimas del accidente en coche, pero la ganas por seguir adelante en la vida y en el trabajo salieron a relucir.
Hilde quedó impedida por largo período de tiempo y su marido perdió la vida, pero la familia Kratzer nunca se dio por vencida. El negocio siguió adelante tras la recuperación de Hilde y con la ayuda de su hija Brigitte, quien años más tarde tomó las riendas de la tienda.
Una nueva generación formaba parte de la especializada tienda de artículos de piel. Un negocio que ha vivido casi al 100% del turismo, indica la propietaria, quien añade que "nuestros clientes eran el 80% extranjeros, procedentes de Alemania, Suiza, Inglaterra y Bélgica donde es más habitual vestir o llevar artículos de piel". Asimismo, Brigitte recuerda con cariño que sus clientes han sido fieles año tras año "y además han pasado de generación en generación llegando a venir a comprar hijos y nietos de los primeros clientes que ya son grandes amigos".
Sin duda, los buenos momentos, los buenos recuerdos son los que prevalecen a lo malo. El amor por el negocio es lo que lo mantiene vivo. Y es que, en 46 años han pasado muchas cosas y han habido muchos cambios, a lo que 'Hilde' ha intentado adaptarse y salir adelante.
Las crisis económicas, las obras en el centro histórico, la creación de grandes centros comerciales o la compra online han puesto, en varias ocasiones, en la cuerda floja al pequeño comercio y en los que, en muchos casos, han caído.
Brigitte ha hecho frente a estas circunstancias: "recuerdo cuando las obras del centro histórico, cargaba la furgoneta y me iba a Balcón al Mar para entregar los productos a mis clientes porque ellos no podían entrar al pueblo. O como adaptarse, medianamente, a las nuevas tecnologías para darte a conocer en las redes sociales". Acciones que quedan ya atrás, pero que no se olvidan.
Mantener la ilusión de un negocio familiar sólo depende de las ganas, el esfuerzo y la entrega de sus posteriores generaciones. El relevo generacional es importante en un comercio de proximidad y en 'Hilde' han llegado a trabajar hasta tres generaciones (la fundadora, la hija y la nieta), pero finalmente han tenido que poner el cartel de cerrado por no poder atender al 100% a sus clientes.
"La pandemia por el coronavirus provocó el cierre de muchos de las empresas de mis fabricantes, no podía ofrecer ya el producto de calidad que llevaba vendiendo durante 46 años. Mis clientes venían buscando lo mejor y sí ya no lo podía ofrecer no iba a engañar con artículos similares o peor calidad, así que tomé la decisión de liquidar y decir adiós", manifiesta Brigitte.
Una decisión difícil y con la que después de más de un año haciéndose la idea, la ex gerente sigue sintiéndose "rara" por no ir abrir cada día, "aunque día a día recuerdo los buenos y divertidos momentos de todos estos años".
Ahora, 'Hilde' dice adiós dejando un vacío en uno de los principales núcleos urbanos y marcando un antes y un después en la vida de Xàbia. En el aire queda el destino de este local y de los que cerraron, que aunque ahora estén vacíos, se espera que sean ocupados en breve para revivir el centro histórico de la localidad.
Sólo hay que ver las hordas de turistas para constatar lo estúpidos y crueles que somos los humanos. O la construcción y especulación inmobiliaria turística masiva que destroza la sociedad real y el medio ambiente ¿No cree?
Se a jubilado o la han jubilado? Ese local lo quiere el ayuntamiento a toda costa con un bonita suma de dinero se jubilan muy pronto.
Una pena que desaparezca un negocio con tanta solera y regido familiarmente por personas tan agradables, educadas y queridas. Es trabajo y riqueza que se va y eso no es bueno para nadie y menos aún para el pueblo. Lo siento.
Totalmente de acuerdo con usted.
Me parece muy bien que el negocio de vender artículos fabricados con piel de animales váyanse desapareciendo. Hay otras alternativas de negocio sin crueldad animal.
¿Como por ejemplo? Que quieren que no trabajen?
Los animales no son crueles, los humanos son crueles y estúpidos. Todo depende del equilibrio.