Hace 140 años Xàbia comenzó una etapa nueva de crecimiento. Concretamente, en 1879, Xàbia o Jávea como entonces se denominaba, comenzó una nueva etapa en su historia movida por dos proyectos que la hicieron crecer y poner en el mapa como antes no había estado.
El dique del puerto de Xàbia
Según la información facilitada por Juan Bautista Codina Bas, el primer proyecto fue regulado por un Real decreto publicado en la Gaceta de Madrid, el 29 de marzo de 1879 y transcrito en el Boletín Oficial de la Provincia de Alicante el 2 de abril del mismo año. Se trata de la propuesta del ministro de Fomento que autoriza a don Jaime Cruañes y D. Romualdo Catalá, vecinos de Jávea, en la provincia de Alicante, para construir en la ensenada de Jávea un dique de abrigo para carga y descarga de efectos, con sujeción al proyecto presentado sin subvención del Estado y bajo la inspección y vigilancia del Ingeniero Jefe de la provincia.
En dicho Real decreto se decía: “El dique arrancará de la punta denominada Galera, con el arrumbamiento de 184º 30’, y tendrá de longitud 300 metros”. En el art. 4 se indica que “esta autorización no prejuzga cuestión alguna respecto al establecimiento y construcción de un puerto de comercio en Jávea, y por lo tanto el Gobierno se reserva la facultad de ejecutar otras obras, ya sea en prolongación del dique concedido, o en otro punto, sin que los concesionarios tengan derecho a indemnización alguna.
El art. 6 señalaba que la concesión era para 90 años quedando de propiedad del Estado al espirar dicho plazo. Los concesionarios podrían cobrar tarifas pero de ellas quedaban exentos del pago de derechos los buques de guerra y de propiedad del Estado, cualquiera que sea el sitio donde fondeen, así como todos los nacionales o extranjeros que entren en el puerto de arribada forzosa, con arreglo al Código de Comercio y Ordenanzas de Aduanas. Se establecía una garantía de 6.000 pesetas y los trabajos debían iniciarse en el plazo de ocho meses terminándolos en cinco años. Concluía el Real decreto diciendo que la obra del dique que se ejecute quedará sujeta a lo que disponen las leyes generales sobre Aduanas, sanidad, comercio, defensa nacional y Ordenanzas de mar.
Adiós a las murallas. Ensanche de Xàbia
El 11 de julio de 1879 se publica el Plan de ensanche. Con motivo del derribo de las murallas las afueras de la localidad se comunicaron con el casco histórico. Este fue el segundo proyecto regulado por un Real decreto publicado en la Gaceta de Madrid, el 12 de julio de 1879. El proyecto aprobado tenía un presupuesto de ejecución de 82.713 pesetas y 72 céntimos. De dicha noticia se hicieron eco varios periódicos: La Correspondencia de España, La Iberia, el Siglo futuro, Diario oficial de avisos de Madrid.
El proyecto de ensanche lo había formado el maestro de obras D. José Cardona Salines, único facultativo que acudió al concurso abierto por la corporación municipal. Este ensanche, según la propuesta del ministro de Fomento, el Conde de Toreno, se debía a que para realizar el ensanche de las poblaciones se requería un buen plan de urbanización, y en ese punto aceptaba la solicitud del Ayuntamiento.
Para tener una idea de la cantidad presupuestada, se indica que el sueldo del maestro de la escuela elemental de Jávea era de 1.100 pesetas anuales y el de la maestra de 733,50 pesetas. El precio medio ese año del quintal (cuatro arrobas) de pasa fue de entre 60 y 100 reales (15 a 20 pesetas).
Tal vez estos dos proyectos posibilitarían que la clase trabajadora pudiera encontrar alivio en sus necesidades al poder acceder al trabajo en uno de ellos. Las noticias que tenemos de ese mismo año que nos hablan de emigración son la del 5 de octubre que salió de Jávea con rumbo a Argel el vapor Buenaventura llevando a su bordo más de cien pasajeros, en su mayor parte mujeres y niños. Cuatro días después, estando El Buenaventura en situación apurada por las tormentas y el estado de la mar, fue la intervención de un capitán italiano quien los salvó del hambre y los aproximó a tierra. El buque fue llevado a Alicante para repararlo y en Jávea quedaron los pasajeros que no quisieron seguir en situación angustiosa pues cuando emigran al África, no tienen más que el dinero preciso para el viaje, y carecían en absoluto de recursos para alimentarse. El 20 de octubre, unos días después, embarcaron 252 emigrantes a Argelia que procedían de Alicante, Altea y Jávea.
Se da la circunstancia de que José Cardona Salines, el maestro de obras que redactó el proyecto de ensanche, era bisabuelo de Juan Bautista Codina Bas, autor que ha proporcionado esta documentación.
