El patrimonio «perdido» de la Generalitat en la Marina Alta: el convento de Jesús Pobre y sus valiosos rincones El patrimonio «perdido» de la Generalitat en la Marina Alta: el convento de Jesús Pobre y sus valiosos rincones
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El patrimonio «perdido» de la Generalitat en la Marina Alta: el convento de Jesús Pobre y sus valiosos rincones

02 de abril de 2023 - 08:00

Fruto de la desamortización, en 1836 el convento de Jesús Pobre, que desde su construcción había estado en manos de una comunidad franciscana, pasó a ser de titularidad privada hasta día de hoy. En 2021, los actuales propietarios manifestaron su voluntad de venderlo y, en septiembre de 2022, se anunció que se iniciaba el expediente para que el Consell lo adquiriera a través de los presupuestos participativos de la Generalitat junto a sus jardines adyacentes. Se convertiría, por fin, en un bien de uso público.

El hecho constituiría todo un hito para la entidad menor de Dénia, Jesús Pobre, para la propia capital de la comarca, para la Marina Alta en general y también para la Generalitat Valenciana. Rescatar un edificio de alto interés y valor histórico y monumental después de tanto tiempo. Los informes lo avalan como un Bien de Relevancia Local y, actualmente, se está tramitando su declaración como Bien de Interés Cultural.

Un intento, por el momento, frustrado, ya que los cinco herederos de Anna-Maria Onkenhout, última propietaria del inmueble, han presentado un recurso potestativo de reposición a la Conselleria de Hacienda y Modelo Económico al «entender desestimadas» las intenciones de compra «por silencio administrativo». Sin haber recibido una resolución, ya han pasado los tres meses de plazo para resolver el expediente.

Hace dos años, la EATIM de Jesús Pobre y el Ayuntamiento de Dénia apoyaron la propuesta vecinal de convertir el convento en un bien público. En este aspecto, la familia propietaria siempre se ha mostrado colaboradora con la iniciativa. Pero ahora está dispuesta a emprender acciones legales contra la Generalitat, ya que, después de haber hecho todos los trámites necesarios e iniciar el proceso por su parte, la GVA no ha dado el siguiente paso.

Pero lo que más les desconcierta es la inclusión de la adquisición en los presupuestos participativos por 1,5 millones de euros. Mientras que lo que consta en los documentos, como el informe jurídico de resolución para la adquisición, y lo que la familia había pedido, eran 2.000.000 euros. Un precio incluso menor a su valor de tasación, que es de 2.215.194,78 euros.

Según el abogado de los herederos de Onkenhout, José Miguel González de la Fuente, con esta tardanza, y si la Generalitat no puede pagar el precio de venta al completo, los propietarios podrían llegar a desentenderse y buscar otra alternativa de compra, aunque no sea pública. Y el preciado convento continuaría en manos privadas.

El convento, por dentro y por fuera, y por qué es tan valioso

Ahora bien, ¿qué es lo que perdería la administración pública de no llegar a un acuerdo?

El catálogo integral del patrimonio cultural de Dénia y su término municipal recoge en su listado de bienes inmuebles todas las características que hacen del convento un edificio relevante y único para la zona. Este especifica que el monasterio junto a la Iglesia conforman el núcleo central de la población. Es más, según el informe del arquitecto para declararlo Bien de Interés Cultural, se vaticina que el convento y la iglesia adyacente podrían ser el «embrión del pequeño núcleo de su alrededor».

El documento especifica que el edificio tiene su origen en la antigua ermita fundada por el beato franciscano Pare Pere, una figura de gran relevancia en el imaginario popular de la comarca y, sobre todo, de Dénia en particular. En la entrada del edificio, el escrito grabado en la parte superior de la puerta advierte que la finalización de la construcción data del 1789.

De sobrio aspecto exterior, un arco de piedra tosca rodea la puerta principal y, sobre él, se observa un escudo heráldico también en tosca. Otro de los elementos altamente valiosos del edificio es la puerta de madera en dos hojas y el gran picaporte de hierro posado sobre ella. Además del plafón cerámico dedicado a los misterios del Rosario ubicado a la izquierda de la entrada, pintado por Miquel Mollà, de principios del siglo XIX.

Respecto al exterior de la edificación, se pone de relevancia el carácter rural que preserva y las privilegiadas vistas al «tossalet» donde se encuentran los tres molinos de viento de Jesús Pobre.

Destaca por ser una construcción de poca altura, con dos plantas habitables y una tercera sin terminar de construir. En la primera planta, las tres ventanas existentes están protegidas con rejas de hierro, las cuales son de gran valor, según los informes del Ayuntamiento. También lo son los arcos de medio punto del interior del tercer nivel, «ligeramente apuntados», los cuales sostienen un techo de cañizos.

En el interior, el convento se edifica alrededor de un patio central cuadrangular y un pozo. Con la Guerra Civil, la construcción perdió una gran parte del patrimonio mobiliario, que posteriormente se sustituyó con nuevo, aunque de menos valor artístico. En 1968, el edificio se adaptó como vivienda y las reformas fueron intensas, teniendo que tumbar algunos tabiques para hacer habitaciones nuevas.

Aunque probablemente los tesoros más conocidos que alberga son los retablos cerámicos ubicados en el patio y el claustro inferior. Están datados en el siglo XVIII y destacan dos. Uno representa al Pare Pere de rodillas ante una imagen de Jesús «Pobre». El otro contiene dos escenas: en la primera Fray Pere Esteve se encuentra en el convento y en la segunda en la cueva del Montgó.

Con todo ello, el convento de Jesús Pobre «preserva atributos tangibles de singular relevancia de orden histórico, artístico y paisajístico, con un elevado grado de autenticidad e integridad, como testimonio singular de una arquitectura conventual vernácula», según relata el informe de valoración patrimonial emitido por el Servicio Territorial de Cultura y Deporte de Alicante de la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte. Un tesoro de ahora calculado valor que podría perder la oportunidad de conservarse como un espacio cultural para la ciudadanía.

4 Comentarios
  1. Roberto Pau dice:

    Desde luego la Generalitat dispone de millones para despilfarrarlos en chorradas, pero cuando se trata de adquirir un convento de incalculable valor que ha sido durante décadas pacientemente restaurado por, para màs inri, una familia holandesa -tras la nefasta desamortizaciòn de Mendizàbal y la ominosa guerra civil, el peor periodo iconoclasta que se recuerde-, de pronto la susodicha Generalitat es màs pobre que las ratas e incapaz de adquirir por debajo del valor tasado semejante patrimonio.
    De tener el dinero lo comprarìa sin dudarlo y me gastarìa otro millòn de euros para restaurarlo. A mi muerte lo legarìa de bòbilis a sus antiguos propietarios, los franciscanos.
    A los herederos de Onkenhout mi agradecimiento por haber cuidado lo que nosotros no hemos sabido valorar, empezando por nuestra propia fe. Asì nos va.

  2. Ignacio dice:

    «..Según el abogado de los herederos de Onkenhout, José Miguel González de la Fuente, con esta tardanza, y si la Generalitat no puede pagar el precio de venta al completo, los propietarios podrían llegar a desentenderse y buscar otra alternativa de compra, aunque no sea pública. Y el preciado convento continuaría en manos privadas…»

    Que lo hagan ya y dejen de perder el tiempo en la desidía de una administración tan torpe. Si tuviera el dinero que piden con gusto pagaba, la propiedad es una maravilla y gracias a ellos se ha mantenido en perfectas condiciones.

    • Maaike Onkenhout dice:

      Pasamos 50 años en reconstrucción y mantenimiento. Ha sido nuestra casa y nos encanta. Ahora que mi madre murió (soy uno de los 5 herederos) está la oportunidad de cumplir los deseos de mis padres y devolver el patrimonio valenciano a su gente. Pedimos un precio por debajo del valor de mercado. Pasamos tres años hablando con todas las autoridades. Todos los departamentos de la Generalitat están de acuerdo. Internamente, el contrato legal está listo.
      Es entonces cuando la Generalitat decide hacer juegos políticos preelectorales, y el ministro de Hacienda se niega a liberar los fondos.


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