Inmaculada Yáñez y el Cine Jayan recogieron los premios «9 d´octubre Vila de Xàbia»

Como cada 9 d’Octubre, el Ayuntamiento de Xàbia ha abierto las puertas a sus vecinos y distinguido con el reconocimiento público a personas y entidades que se distinguen por su contribución a la cultura o su entrega a los demás.

El acto institucional en el que se entregan los premios "Vila de Xàbia" ha sido conducido por Lucía Catalá, que como reina de les Fogueres ha representado a la juventud del municipio en este día especial para los valencianos que Xàbia festeja dando visibilidad a personas como Inmaculada Yáñez, una maestra ahora jubilada que ha entregado gran parte de su vida a los demás, en especial a los más necesitados.

Ha sido Pepa Guardiola, escritora y compañera de Yáñez en el colegio Port quien se ha encargado de presentar a la galardonada con el premio 9 d’Octubre a la Solidaridad. Una mujer que nació en Aragón y tras estudiar magisterio y pedagogía recaló en Xàbia en 1983. Aquí desarrolló gran parte de su carrera docente y entregó a sus alumnos grandes lecciones de humanidad.

Apoyo a las familias más humildes, ayuda a los que pasaban dificultades o la creación de asociaciones como Cáritas Nuestra Señora de Loreto son algunas de las acciones que están entre sus méritos, sin olvidar la colaboración con el Sanatorio de Fontilles, Cruz Roja o la ayuda humanitaria en Nicaragua o Guatemala. Y cualidades como generosidad, altruismo o dedicación al prójimo son las que ha destacado de ella Pepa Guardiola antes de que el alcalde, José Chulvi, le hiciera entrega del galardón.

Inmaculada Yáñez lo ha dedicado a todas las personas que desde el anonimato dedican su vida a los más necesitados y ha agradecido el apoyo recibido hoy a su familia, amigos, compañeros, ex alumnos y gente vinculada a la parroquia del puerto.

Cine Jayan, un premio a la cultura local

El otro premio de este año se lo lleva un bastión de la cultura local: El cine Jayan, la única sala a la antigua usanza que ha sobrevivido en la comarca desde que abrió sus puertas en 1958 de la mano de las familias Ortuño y después Catalá Ortuño.

Actualmente sigue contando con un público fiel gracias a su apuesta por el cine independiente, de autor y en versión original. Una rara avis en el mundo de los multicines.

El encargado de repasar la historia y méritos del Jayan ha sido Vicent Buigues, uno de los impulsores del cineclub “El Seté Segell”, que desde hace 23 años es punto de encuentro de todos los cinéfilos de la Marina Alta. Buigues ha destacado todo el trabajo que hace el Jayan como difusor del séptimo arte y de la cultura, así como la pasión por el cine de su propietario, Antonio Catalá, quien ha recogido el galardón de manos del alcalde.

El premiado lo ha dedicado a toda la familia, que ha trabajado unida para el mantenimiento del cine y también al público. “Un cine sin público no es cine y nosotros tenemos la suerte de tener uno entusiasta y fiel” ha asegurado ante un salón de plenos repleto.

Chulvi cerró el acto con un llamamiento a la regeneración de la vida pública

Ha cerrado el acto institucional el alcalde con un llamamiento a “reivindicarnos como valencianos en positivo, sin enfrentamientos estériles, sin convertir las banderas en munición pero sin aceptar desprecios”. Y es que el alcalde ha defendido la legitimidad de los valencianos para luchar por mejoras autonómicas.

“Nos dirán que esto de la financiación justa ahora no toca, que dónde vamos los valencianos si ya lo tenemos bien, sí siempre hemos sido dóciles, suaves y complacientes. Es el momento de decir, con calma y con convencimiento, que somos valencianos, que pertenecemos a un pueblo con una larga historia y tenemos unas leyes que nos sostienen y tuvimos un rey que nos dio carta de naturaleza como pueblo”.

También a que Xàbia reivindique mejores conexiones y que se cumpla con deudas históricas, como la piscina municipal.

Por último, el alcalde ha felicitado a los premiados y ha apelado a los valores que hoy han sido merecedores de reconocimiento público, como el entregarse a los demás y servir a quienes más nos necesitan, como vehículo para regenerar la vida pública y devolverle a la política y a las instituciones el valor que tienen.