El Mercat Municipal de Xàbia desde su construcción en 1946 es un lugar de encuentro diario para muchos vecinos, en época estival, también para visitantes y curiosos que no pueden resistirse a entrar y ver todo el encanto que tiene.
Muchas personas son habituales en el entorno del Mercat, es más, se han convertido en personajes por su fidelidad al mismo y sobre todo por su forma de ser. Una de estas personas fieles al Mercat es Francisco “El Alemá”, toda una vida vendiendo pan y desde hace 15 años, ahora tiene 80, todos los días de lunes a sábado ocupa su asiento junto al Bar La Paraeta, donde tiene su foto.
Por allí pasan varios contertulios como Francisco Carrasco, Juan Vizcaino, Juan Carlos "el de los cupones", Antonio Aguado y un largo etcétera que hacen que la mañana pase rápida, como dice Francisco El Alemá, las tertulias son de política y “Chicones”. Cuando llega la hora de comer su hija pasa a recogerlo y hasta el día siguiente.
Uno de los vendedores más veteranos es David Fernández lleva 40 años con su parada de salazones y encurtidos. Después de varias ubicaciones ahora está ubicado entre la Carnicería Mut y el Bar La Paraeta. Ha vivido todos los cambios del Mercado y nos dice que durante la zona estival se venden mas salazones y encurtidos, en cambio durante el invierno el consumo baja considerablemente.
En su parada vende productos de alta calidad como la mojama, bull, santgatxo, pelleta y toda variedad de aceitunas.
En este lugar se une lo tradicional con lo innovador y los negocios innovadores han llegado de la mano de los jóvenes emprendedores, un ejemplo de ellos, es Cristina Bou. Lleva apenas 15 meses con su parada, "Tediet", una tienda que vende productos naturales como condimentos, infusiones y té.
Nos confiesa, que solo lleva 15 meses en el mercado y que poco a poco la van conociendo, aun hay personas que no saben que está allí. Reconoce que es un lugar de siempre donde la comunicación es muy estrecha entre los vendedores y los compradores, todos forman una gran familia.
Es una instalación que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos y por ello tiene 2 rampas de acceso a personas con discapacidad, aparcamiento en el exterior de ORA y está encuadrado en el casco histórico.
