Veinticinco años no son nada reza el título de un libro poco corriente. Un manuscrito que no supone un mero entretenimiento más de lectura al uso. “25 años no son nada” es una parte de Salomé Rodríguez como enamorada de la danza como arte, del baile y de la expresividad que caracteriza al cuerpo humano. Supone un traspasar los muros del estudio de danza para que el lector, o el vecino que tantas veces ha pasado a pie o en su vehículo ante sus puertas, conozcan qué se forja más allá del rótulo que da nombre a la academia.
La propia Salomé lo explica: “Llegar hasta aquí no ha sido fácil, pero sí ha sido apasionante afrontar el día a día y el paso de los años”. Y es que, como ella misma cuenta, “la inyección de vitalidad necesaria es poder transmitir a sus alumnos la ilusión, el coraje, la fuerza, la disciplina y la entrega por y para la danza.”
El libro, escrito por la propia Salomé rodríguez hace un emotivo y entrañable recorrido por estos veinticinco años de andadura recordando a todos los que, de forma directa o indirecta, ha formado parte y han aportado su granito de arena al estudio de danza. En este libro, uno puede encontrar maravillosos recuerdos, anécdotas, fotografías y experiencias que, entre bambalinas y en cada arduo ensayo y preparación, se han ido atesorando en este gran centro.
